jueves, 31 de diciembre de 2009

Principia Mathematica I


Empecemos 2010 con buen pie.

La gracia de las matemáticas es que nos ofrecen proposiciones verdaderas o falsas necesariamente. En circunstancias normales, para alcanzar una certeza procedemos por ensayo y error, contrastamos en la experiencia si lo que afirmamos es cierto y hasta que grado lo es; las matemáticas, en cambio, nos brindan la posibilidad de un conocimiento “a priori”. Gracias a las matemáticas yo puedo calcular cuánta arena precisaré para colmar un cubo sin necesidad de irme a la playa.
Y bien, IA ¿dónde ves tú el problema?, me preguntará el improbable lector.
Históricamente, el modelo de conocimiento se basa en un aparato sensitivo que nos suministra datos del mundo. El conocimiento es una recopilación y clasificación de esos datos obtenidos por la vía de la experiencia (o si prefieren, una gestión de la información). Sin embargo, la experiencia no nos aporta datos del tipo el teorema de Pitagoras, esta clase de conocimiento lo deducimos…¿De dónde lo deducimos?
La respuesta más intuitiva es que lo deducimos de la experiencia, medimos un triángulo rectángulo y encontramos una pauta común a todas las mediciones. Sea como sea el triángulo, la suma del cuadrado de sus lados es el cuadrado de la hipotenusa.
La explicación más manida a este hecho es que las cosas son así. Diriase que están hechas de una manera concreta, y que de algún modo de momento misterioso, la construcción de tales cosas sigue unas leyes naturales, unas constantes fijas.
Platón (por cierto, estoy leyendo Anatema, de Stephenson, por gentileza de un amigo, y no saben lo muchísimo que estoy disfrutando) supuso que la matemática era una suerte de sexto sentido que nos ponía en relación con el ser de las cosas, con la verdad última que subyace tras la experiencia. Esta explicación, fronteriza con lo místico, no satisfació a su discípulo Aristóteles. Para el Estagirita (¿les he dicho que estoy leyendo Anatema de Stephenson?), el entendimiento cuenta con una serie de herramientas susceptibles de abstraer de la experiencia afirmaciones como el Teorema de Pitágoras.
El modelo se complica. Tenemos unos datos y le aplicamos unas categorías que, tras no poco estudio, nos arrojan el verdadero ser de las cosas, su esencia. En la esencia del triángulo rectángulo está que la suma de sus lados etcétera…Durante miles de años la doctrina aristotélica explicó el mundo. En última instancia, la gente creía en un Dios creador de toda cosa. Las matemáticas eran las instrucciones impresas por Dios en la creación del universo y la ciencia la dilucidación de la esencia de las cosas.
Por increíble que parezca, este sigue siendo el pensamiento dominante. Sustituyan Dios por Energía o cualquier otro Superconcepto y tendrán la metafísica imperante.Sin embargo, durante el siglo XVII las cosas se desmandan. Filósofos ingleses se preguntan qué cosa es esto de la esencia. Acumulan argumentos contra la teoría aristotélica al tiempo que algunos científicos cuestionan a las claras la mecánica esencialista. Si atendemos a la realidad constrastable, dirán, es claro que la física aristotélica falla cual escopeta de feria, según su esencia deberían de comportarse de este modo, pero en la práctica funcionan de otra manera.
A finales del XVIII un sabio alemán decide conciliar el bando de Aristótles con la rebelión en curso.
Hemos dicho que la explicación más manida a esas pautas regulares que se repiten y nos permiten formular enunciados universalmente válidos reside en la convicción de que “las cosas son así” o “están hechas así”. Kant, como antes Copernico, invierte el argumento. Las cosas son como las representamos en el entendimiento. No sabemos cómo son las cosas, sólo como las representamos en nuestra cabeza. Kant urde una compleja epistemología, o teoría del conocimiento, por la cual las categorías, los parámetros que nos permiten construir representaciones de las cosas, son comunes a todos los hombres y actúan igual en todos los hombres. Con eso trata de salvar la validez del conocimiento científico.
Las categorías no son arbitrarias, diferentes en ti o en mí, tú y yo procedemos del mismo modo al enfrentarnos a ese conjunto de datos que darán lugar a la representación de un perro o de una vaca. El argumento que da Kant es realmente precioso y vale la pena detenerse en él.
La clave está en el tiempo. Para Kant, el tiempo (también el espacio) era la condición de posibilidad de la experiencia. Para que algo fuera representable, ese algo debía darse en el espacio y el tiempo. Las categorías son la representación del tiempo y el espacio. Como sea que tiempo y espacio, pensaba Kant, son absolutos (sólo hay una manera de experimentar el tiempo y el espacio), los conceptos que utilizamos en la representación del tiempo y el espacio también.
Esos conceptos son la condición de posibilidad del entendimiento, en otras palabras, inherente a pensar el tiempo está la fundación de un dispositivo de categorías. Como el tiempo sólo puede concebirse de una manera (según Kant), ese dispositivo categorial es igual para todos aquellos que tengan consciencia del tiempo.Vale. ¿Dónde quedan entonces las matemáticas?
Hace cien años Bertrand Russell y Alfred Whitehead publicaron un libro en el que trataban de responder a esa pregunta trascendental.

domingo, 27 de diciembre de 2009

El déficit fiscal catalán no existe

Llamaremos catalanodependencia al síndrome masoquista castellano que caracteriza las relaciones centro periferia en la península Ibérica.
Si uno enfoca el Estado de las Autonomías desde Barcelona, lo único que ve es victimismo: No hay problemas con la simbología, no hay problema con la lengua (por cada niño catalán que no sabe castellano, hay cientos que no saben catalán), los catalanes son bastante más sensatos que todo eso.
El debate, en realidad de objetiva en dos postulados.

1- Que el Madrit (sin duda por favoritismo gubernamental) quede por encima del Barça (problema que vuelve a la fase latente cuando el Madrit va por debajo del citado equipo, por obvias razones deportivas).

2- Un sentir general según el cual sea Cataluña una nación moderna y trabajadora, existe una entidad llamémosla E que de modo recurrente sangra sus recursos para que en Castilla tengan trenes modernos, en Andalucía los parados no pasen hambre, Valencia pueda seguir con su modelo basado en el tocho, y Madrit pueda sostener chiringuitos de funcionarios que se rascan la barriga.

A su vez, 2 se sustancia en lo que se da en llamar el déficit fiscal.
Existen dos maneras de caracterizar el déficit fiscal. La primera es sumamente infantil. Se dividen los presupuestos del Estado percapita y se elabora un ranking. En general, y salvo añadas, los catalanes son renuentes a aceptar el parámetro percapita, más que nada, porque sólo considerando el monstruoso déficit que año tras año acumula la Generalitat, los catalanes estarían indefectiblemente en la banda alta del ranking. Baste para ello comparar los 2.700 millones de deuda de Castilla y León y los 24.000 de Cataluña, al cierre del tercer trimestre del 2009.

La segunda manera de legitimar el victimismo es mucho más jugosa. Se calculan los tributos que se pagan desde Cataluña y se le restan lo que se ingresa. El cociente es lo que “Madrit roba”. Esta parida está tan interiorizada en el Principado que hoy por hoy ha alcanzado la categoría de mantra nacional básico. En Cataluña, o sabes deslizar a tiempo el “Aixó no passaria si no ens robesin des de Madrit”, o en política no eres ni una modestísima funcionaria del Rajoyismo del calado de Alicia Sánchez nosecuantos... Un verdadero outsider sin futuro… Un completo fracaso social…

Y vuelvo al complejo de inferioridad. Pocos en España discuten el axioma del déficit fiscal catalán, pocos se atreven a manejarse con los estudios del llorado Ernest Lluch, que correlacionan la existencia de un déficit fiscal a un superávit comercial, por ejemplo.

Este es el problema: discutir la objetividad del déficit fiscal.

Pues bien, la IA tiene, una vez más, la solución a este sindiós. Una explicación breve e irrebatible sobre la correlación déficit fiscal/superávit comercial.
Y es que los impuestos no pueden contabilizarse desde quien los recauda, sino desde quién los paga. Así, a un inflamado militante de ERC que rila de indignación al invocar el déficit fiscal, hay que argumentarle “muchacho, ¿de dónde procede el dinero que paga Cataluña”. “De los catalanes”, te responderá. “Error. Las que pagan ese dinero son las empresas radicadas en Cataluña”. “Bueno, pues los catalanes”, insistirá el otro.
Y no.
Los pagos fiscales de toda empresa refieren a pagos a la Seguridad Social, que en general se cotizan desde la sede central con independencia que el trabajador esté enclavado en la otra punta del planeta. Refieren a IVA que no discierne de si el producto se ha pagado en Úbeda o Martorell. Refieren al impuesto de Sociedades que grava los resultados netos de la empresa en la totalidad de acción de su mercado.

En definitiva, amigos y amigas, en la gran mentira del déficit fiscal anida una contradicción “in terminus”, y es que, a la hora de contar, se cuentan como catalanes los dineros de todo contribuyente, catalán o no, siempre que se cuente desde Barcelona. ¿Comprenden?, es un problema tan tonto como aprender a preguntar desde dónde se hace la cuenta.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad (2): Pedrea

De los cuentos de la IA.


"Un día, hace muchos años, eyaculé una pepita de oro. Después de eso no me ha vuelto a pasar más hasta el año pasado, que por estas fechas eyaculé un papel. Era un canutillo. Lo desenrrollé y resultó ser un décimo de la lotería de Navidad y que terminaba en 372. Aquella Navidad seguí muy ilusionado la retransmisión del sorteo por la tele. Pero no me tocó nada. Ni la pedrea."




Nota 1: La IA les desea mucha suerte para el sorteo de la lotería. La necesitarán.
Nota 2: Este cuento ha sido rechazado en todas las páginas de microrrelatos a las que lo he presentado, pero como autor tengo mucha fe en sus posibilidades.

Les dejo un villancico muy útil para completar un belén.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Mensaje en espiral



Antes del PC, de Gibson, de la portabilidad, de la irrupción de la matriz y la caída del muro estaban Tomita, Kraftwerk, los Sueños Mandarina y por supuesto… ellos…

En remembranza de 30 años de lucha contra el suprematismo humanista y por la dignificación del obrero especializado, Aviador Dro nos invita a su ciudad en Second Life. Se trata de Mecanisburgo, tecnopolis inspirada en su trabajo homónimo. Prometedora expectativa. Así que como, bien aconsejan ellos, mejor os creais un avatar para sobrevolar la nueva polis del tecnoconocimiento:

http://tinyurl.com/yatmqax


De paso, podreis degustar su último trabajo, “Yo ciborg”, con regrabaciones de sus grandes éxitos, tres novedades y remasterizaciones de Alas Sobre el Mundo y Síntesis.

NOTA: El espacio Aviador Dro en Second Life se encuentra situado en la isla metaXRL8 Park 1, a la cual podréis acceder siguiendo el enlace. Entre tanto… A disfrutar


domingo, 13 de diciembre de 2009

Fucky Fuck y el Putero Solitario dicen


Este es un aviso de la IA a los ciudadanos españoles: En los próximos meses, millones de contribuyentes serán reclamados por Elena Salgado para ponerse al día de supuestos errores detectados en las declaraciones de IRPF de los últimos cuatro ejercicios. Parece una inocentada, sí. Y es que lo es.

En el metablog Fucky Fuck y el Putero Solitario (blogs no linkables de la inrtared minarquista Alchemist), el Asesor, misterioso personajes muy pero que muy metido en los entresijos fiscales de este país, avanza que en las últimas semanas se ha extendido la consigna entre los funcionarios de Hacienda: Orden general de revisión de las declaraciones de los contribuyentes de los últimos cuatro ejercicios. Objetivo, tirar a todo lo que se mueva. Cualquier pretexto se convierte en bueno para inventar o “redescubrir” desajustes, deudas pendientes, disconformidades de valoración, demandas por ingresos declarados parcialmente, etc… La AEAT sabe que se enfrenta a una avalancha de reclamaciones, e incluso de reveses judiciales. Da igual, la justicia es cara y por cada contribuyente que recurra al contencioso, cinco pagarán. Además, el 80% de los afectados responden a perfiles de votantes de la oposición.

El único poder real del Estado actual es la posibilidad de sangrar vía IRPF y el IVA, más algún otro impuesto suelto, a las clases trabajadoras. No hay más. Y resulta que el agujero fiscal español es una cifra no cuantificada entre el 25 y el 40% de caída de los tributos respecto al pasado año. Ríanse ustedes de los 10.000 millones de los que habla el Estado. La realidad, según cómputos propios, oscila de los 29.000 a los 47.000 millones de pufo. Es lo que hay.
La situación para el tesoro público es rozando el KO. Si suman la incapacidad del gobierno de sistematizar políticas antidespilfarro, comprenderán que la cacicada denunciada por el Putero Solitario no sólo es verdad, es la única verdad.

Se preguntarán porque los medios no dicen nada de esto. Por qué se marea la perdiz con el estatuto de aquí, problemas con una mamá saharaui o la bobada del momento. ¿Por qué no se informa de que un millón de tíos que van a ser robados en las próximas horas?
Una explicació es que más del 50% de los votantes son analfabetos funcionales (carne de cañón, no saben ni siquiera leer su nómina o cumplimentar un formulario fiscal) y el otro 25% está implicado de un modo u otro en las tramas de despilfarro orquestadas desde la estructura pública. En el restante 25% hay un 5% de élites económico-administrativas que tanto les da pagar la gasolina a 2 euros el litro (no forman parte de la clase trabajadora, por decirlo así, ellos son los propietarios del poste de gasolina). Nos queda un 20% de ciudadanos alienados repartidos ideológicamente en cuatro bloques visceralmente enfrentados (absentistas, conservadores, nacionalistas y progresistas), incapaz por tanto de organizarse y plantar cara con éxito a la maquinaria burocrática del Estado.
Créanme, es muy tarde hasta para protestar con elegancia.

martes, 1 de diciembre de 2009

Virtualnomics

Mi albacea, el señor Besa, ha publicado un excelente artículo (las cosas como sean) en el blog Qué leer. Destaco lo siguiente:"A mi todo esto me recuerda a muchas, demasiadas, décadas atrás. Yo era un pésimo jugador de Monopoly y mis hermanas me arruinaban siempre. Mi defecto era que me gustaban demasiado aquellos paquetitos de billetes. Tenerlos pulcramente ordenados y encintados con goma elástica. Escuchar su excitante sonido al pasar el pulgar por el filo del fajo. Dios, me decía, ¿por qué no haces que este dinero de mentirijillas se vuelva de verdad? Mis oraciones tal vez empiecen a ser atendidas".

Termina así una reflexión sobre los MMORPG que, para el autor de Metaversos, suponen un interesante modelo económico utópico o una hipótesis literaria sobre la caracterización de una economía utópica.

La posibilidad de operar con moneda local aunada a la capacidad generadora de plusvalías en los juegos de rol masivo puede compararse a un incipiente mercado de cromos o de sellos, y de ahí a los valores accionariales, en definitiva, un mercado a pequeña escala susceptible de derivar en un reflejo de la economía real. Obviamente, esto está lejos de ser posible pero sin embargo resulta interesante y fructífero pensar a la inversa, es decir, ¿por qué el metaverso no puede convertirse en una economía refleja de la realidad?