sábado, 11 de septiembre de 2010

Prospecciones

Las ventajas de ser idealista son muchas.
Supongamos que me pregunto qué es la ciencia ficción, pregunta que trae de cabeza a los aficionados desde tiempos inmemoriales.
Dando por sentado que lo que sea realmente nunca lo sabré, paso a centrarme en su aspecto fenoménico. ¿Cómo se nos da la ciencia ficción? Rápidamente llegamos a una primera respuesta; son libros que el mercado nos etiqueta como CF o cuyos autores se autovinculan o se les vincula con la tradición literaria CF.
A partir de aquí puedo entrar en examinar la presencia o no de rasgos comunes. Veré que ciertas temáticas se repiten o son especialmente trilladas en la CF, pero no siempre. Analizaré hasta qué punto determinadas pautas de distribución, edición o producción identifican y condicionan tales libros (qué mercado tienen, que expectativas busca el mercado en ellos, etc...)
Soy un asiduo al portal Prospectiva, donde se postula una nueva categoría que abarque, a modo de derivada de la CF, incluir a autores generalmente ajenos a la DF pero que inciden en una serie de temáticas o enfoques transversales a la CF. Por ejemplo, ucronías, mundos alternativos, anticipaciones (científicas, políticas, sociales), la aparición de lo –a primera vista- incomprensible en una realidad estándar o no, la reflexión sobre el papel de la ciencia en nuestra sociedad, la novela metafísica…
La gracia de Prospectiva es, como ya dije, poder abarcar a autores que no suelen etiquetarse como CF y, de este modo, trascender la equiparación de la CF a una literatura de consumo en horas bajas por una serie de cuestiones que no vienen al caso (pero esencialmente relacionadas con una crisis general de la narrativa y nuevas tendencias en el nicho de la narrativa juvenil).
Naturalmente, todo es discutible, y más en la hermenéutica CF.
Históricamente, percibo dos grupos lectores que a grandes rasgos se corresponden a la división letras/ciencias. Los filólogos tienden a lamentar el estilo plano y comercial de muchas novelas CF, apostando por una mayor complejidad lectora. Los científicos se desentienden del debate estilístico y abogan porque al enjuiciar a la CF se utilicen parámetros inter género, del mismo modo que no usamos el mismo bagaje crítico para enjuiciar a Los Nikis que a Wagner. Para los radicales de esta onda más resultadista, la CF debe desgajarse parcialmente (hasta cierto punto) de lo literario. Para los radicales de la onda filológica, lo que debe desgajarse parcialmente es toda literatura que no cumpla unos mínimos formales de profundidad, complejidad de la trama…
Por descontado, entre uno y otro polo y como tiene que ser, innumerables posiciones intermedias, o incluso científicos que defienden a los filólogos y filólogos que defienden a los científicos.

A mí me parece un debate, en general, enriquecedor y elegante, aunque echo en falta planteamientos más empíricos, basados fundamentalmente en el fenómeno (mercado y dinámicas editoriales).
Desde el sector prospectivo y filológico, nos viene un ensayo sobre CF a cargo del profesor Fernando Angel Moreno: “Teoría de la Literatura de Ciencia Ficción: Poética y Retórica de lo Prospectivo”. Es un recomendable ejercicio de puesta en valor de la CF, destacando su influencia en las corrientes estéticas e intelectuales del XX.
Un ejemplo...
Estás muy bella esta noche, con una espiral decorando tu frente... Espiral, programa en espiral...


1 comentario:

francissco dijo...

"A mí me parece un debate, en general, enriquecedor y elegante, aunque echo en falta planteamientos más empíricos, basados fundamentalmente en el fenómeno (mercado y dinámicas editoriales)..."

Aah, es usted peor que Hume, IA. Sepa que a los cienciaficcioneros (quizá entre ellos cierto sr. Besa, no sé) sobre todo nos mueven las aspiraciones acerca de lo que podría ser la CF, de lo que podría darnos, además de lo que ya nos ha dado.

Es por tanto, eso, cuestión de aspiraciones y deseos de ver escrito algo que refleje nuestras fantasías pero, eso sí, bien redactadas. Son nada menos que deseos de futuro, futuro novelado, ya que no vivido. Alea jacta est. (es que queda guay despedirse así, je, je)