lunes, 13 de diciembre de 2010

Lectotecas


Notables mentes del país debaten estos días el candente tema de “si hay demasiados autores en España”. No que haya muchísimos, y todos malos, que eso es evidentísimo. Más bien de lo que se trata es de si no habría que ir haciendo algo al respecto. Por ejemplo, castrar a los que publican más de dos libros, al objeto de que, al menos, su carga genética no trascienda. O establecer un comité integrado por el ministerio de Cultura y la Generalitat de Catalunya que, a la manera de Real Cédula, extendiera los oportunos permisos. Otros autores, por ejemplo Luis Besa, proponen que a partir de 2011 se edite por orden alfabético. Cada año, sólo los de una letra. La propuesta ha sido tildada de “disparatada y propia de un hijoputa” por Carmelo Zuñiga.

Inherente al capitalismo global es la sobreproducción. Producir ya apenas cuesta esfuerzo. Escribir siempre ha sido fácil, es de las pocas actividades que se pueden hacer sin salir de casa y sin saber ni pucho de matemáticas. Pero es que además, desde la invención del ordenador, uno puede reescribir y reescribir la misma tontería hasta que queda potable. Añádanle el libro electrónico y comprenderán que el que no publica un libro es por pura desidia, por pasar demasiadas horas mirando la tele. Es así que el canal distribuidor deviene como un embudo: cuantos más autores hay en la boca gorda, más complicado llegar al mercado.

La solución es bien sencilla, y parece mentira que tantas brillantes mentes no hayan dado con ella: la inversión del modelo.

Esta Inteligencia Artificial se complace en presentarles el futuro.

La lectoteca.

Consiste en que, en lugar de libros, en la FNAC se vendan lectores. Funciona así, en cada planta, y ordenados por géneros, temáticas y novedades, se ofrecerán lectores. El objeto físico será una foto de cara del lector, acotado con un PVP y un curriculum con correo electrónico. Póngamos que Zuñiga busca lectores para su tercer tomo de “Conan, presidente” (fantasia heroica), se va al anaquel de género y busca: “Adolescente friki seborreico, Segundo de Informática”, que es seguidor de Martin, 12 euros, si tiene un blog, plus hasta 17. “Dr. en Teoría Literaria, con blog”, 20. Oferta, familia friki, cuatro miembros, 19. Que el autor quiere un lector de narrativa infantil para “Cuquito, el detective gordito”, pues nada, se va al encargado y le pide qué tiene de oferta. Que es un caso especial, por ejemplo, un tratado de medicina, grindhouse sexplotation o ciencia ficción, tendrá que ir a lectotecas especializadas (bueno, los del grindhouse, lamentablmente no, joder qué plaga).

De este modo, en los foros, chats y demás, los autores podrían jactarse de haber conseguido por 6 euros en una lectoteca de viejo los servicios de un físico trilingüe (y de regalo, un cargo de confianza del staff de Aido). A su vez, podrían organizarse eventos mutitudinarios, del tipo “Feria del lector”, donde masas de autores de pocos posibles podrían adquirir lectores en las casetas a precios especiales. Se mire como se mire, todos son ventajas en este nuevo modelo que me honro en ofrecer al mundo, como siempre gratis.

¿Para qué tiene la gente que pagar por leer si hay armarios y armarios de novelas que nadie leerá nunca? Será al contrario, que los autores paguen por ser leídos, eso sí, con garantías, con derecho a pasar al final de la lectura un test para garantizarse que su inversión no ha caído en saco roto.

Naturalmente, esto supone también cambiar el rol del editor, que a partir de ahora será manager de lectores. “Mira N’tutu, te he conseguido para el sello Noctelectores la Casa del libro por 8,99”, le dirá el editor al lector. También cobrará relevancia la crítica especializada, es decir, los blogs donde los eruditos evaluarán al lector. Es posible que veamos aparecer fenómenos endogámicos, blogs de lectores que se hacen pasar por críticos para enjabonarse unos a otros y captar autores pardillos. Pero bueno, es un riesgo que hay que correr.

7 comentarios:

Sergio dijo...

Muy interesante la propuesta, Sr. IA, aunque me ha surgido una duda sobre cierto aspecto peliagudo del comercio de lectores. ¿Estaría permitida la clonación de lectores para uso privado? ¿Aplicarían entonces un canon a los microinyectores, las cubetas de cultivo, los microscopios, los óvulos enucleados y demás material de laboratorio?

De ser posible, me gustaría estudiar también la posibilidad de introducir moficaciones en los genes HOX para obtener ediciones del lector de menor tamaño (el espacio de almacenaje siempre es un problema, por no hablar del consumo). No sé qué tipo de licencias se emplearán, pero seguro que podemos acceder a algunos ejemplares de código libre, aunque sean viejos (siempre será posible encontrarles algún complemento génico en condiciones; y los rescatamos para la posteridad... ¡todo el mundo gana!).

Soy consciente de que es un tema un tanto polémico, pero ya va siendo hora de que se instaure de verdad la cultura esclava, que los autores tenemos derecho a ser leídos.

Juan RRR dijo...

Esto es el colmo, un exabrupto, me niego como lector a ser mercadeado de está forma tan vulgar y descarada.

Propongo la creación de un impuesto a la lectura que beneficie a los lectores indefensos y los proteja de la piratería descarada, un organismo estatal se encargaría de cobrar este impuesto a las editoriales de libro antes de ser publicados.

Sr. IA dijo...

Sergio, creo que se olvida que no es preciso tener al lector físicamente en casa. Quizá es que soy una IA que siempre va de buena fe, pero entiendo que con pasarle un pequeño examen al termino de la lectura valdría (naturalmente, caso de suspender el lector debería releer el libro o devolver el dinero, sin descargo de las acciones judiciales que cupieran).

El otro tema, las ventajas de la miniaturización del humano, ya me pronuncié en su día clara y radicalmente a favor:

http://vidasexualdelaia.blogspot.com/search/label/Anuncios%20Trascendentales


Sr. RRR. Plantea usted un problema que no se me había ocurrido: La competencia desleal de quienes lean libros gratuitamente. Gracias por su aportación, buscaré una solución y reformularé mi propuesta, posiblemente, a partir de un impuesto a gestionar por la SGAE, por derechos de lectura.

Sean ambos bienvenidos a este blog.

sleerash dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José María Bravo dijo...

En dos palabras y un emoticón: desternillante. Cojonudo. :D

Laura dijo...

Ay, gracias, de verdad. Me hacía falta reírme hoy. Ha sido usted elocuente en grado sumo, sr. IA, de verdad ;)

Sr. IA dijo...

Muchas Gracias Laura. Y bienvenida, vieja amiga.