jueves, 29 de diciembre de 2011

Emotivo Discurso de Kim Kong Un en el funeral de Kim Jung Il


Por su importancia histórica, Vida Sexual de la IA reproduce en traducción directa del coreano el obituario final de Kim Jong Il, a cargo de su hijo y predecesor al frente de la secretaria del Partido de los Trabajadores de la República Popular de Corea, Kim Jong, en el emotivo funeral del primero, habido hoy ante 1,5 millones de consternados camaradas formados ante el palacio Popular de Pyongyang.


…Qué duda cabe que nunca olvidaremos al Querido Líder, nuestro amado secretario general del Partido de los Trabajadores Coreanos, el Gran Dirigente, fallecido de un ataque de cansancio mientras fabricaba interruptores de plástico en nuestra nueva planta de componentes electrónicos en  Kia Kon He… Así era él, incansable, incapaz de desperdiciar ni un segundo de su tiempo ni siquiera para sus necesidades corporales… Cuando no fabricaba interruptores, estaba en la descascarilladora de arroz dale que te pego de 5 de la mañana a las 5 de la tarde, y luego aún le daba tiempo de irse a la fábrica de aceitunas rellenas a hacer los agujeros al torno, que luego decía que no quedaban bien… Qué tío más grande el Querido Líder… Venga  va… Hip Hip Hurrra…

[Ensordecedor ¡Hurra! de la masa]
Venga otra vez… ¡Hurra!
[Abrumador. La onda expansiva mata dos niños]

Bueno, que os decía que era un tío grande. Namás os digo que era verle a él y a todo el mundo capitalista se le ponían los huevos de gato, pequeños y pegaos al culo… Al Obama, al Zapatero, a to Cristo… A que os mando un pepinazo a Osaka y me la chupáis por tiempos… ¿Eh?.. Les decía, todo vacilón, mientras jugueteaba con el llavero en el que llevaba el botón de ya sabéis… Hala, me descojono… Venga, descojonaros conmigo… JAJAJA…

[Estruendosa risotada, el palacio del pueblo de Pyongyang se tambalea de una raja en el muro. Azorado, Kim Jong Un se aferra a la barandilla.]

Venga va, callaros so capullos…  Os digo que no lo olvidaremos. Aún tenemos vivas en nuestras retinas sus lágrimas de emoción cuando le dimos, en 1973, el premio “Kim Il Sung” al trabajador del año… No sabéis la ilusión que le hacía ese premio… Bueno, sí que os sonará porque ese día autorizó ración doble de comida para todos y se hizo la vista gorda para los que mordisqueaban el jabón llegados al postre…Bueno, pues después de arreglar unos asuntillos, el politburó me ha dicho que me encargué yo. Así que desde ya soy el Líder Supremo. Y ya me encargo… Aunque a mí me va menos la laca y más la brillantina … Me descojono… Venga, descojonaros, no… Quietos…
Bueno, pues lo que os digo, que para celebrarlo, no ración doble porque el horno no está para bollos, pero el ministro de economía me ha dicho que podemos hacer un extra y nada, por un día, tenéis permiso para ir a buscar pajaritos (que fritos están que te mueres de buenos)… Pero cojones, no corráis… Fusilarme a esos, haced el favor…
[Se escuchan tres detonaciones]
Joder, me cagonlaputa, esperaros un poco joder… Que solo llevamos cinco horas y medio y vale que hace un gil de cojones, pero coño, no todos los putos días la palma el líder este… Eso, quietos parados… Venga, también tenéis permiso para chupar la pastilla de jabón… pero no os la comáis toda, ¿eh?... He dicho chupar un poco… Y luego fiesta... Tol día libre... Hala, no se diga...

Asimismo, he dado un mandado para que distribuyan en todas las casas Ínsula Avataria, novela coescrita por Luis Besa y el Querido Líder… No sé de qué va, pero me han dicho que está putamadre… Como será que Ken Follet ha dicho que es mejor Ínsula Avataria que todas sus novelas juntas, y que él a su lado es una mierda pinchada en un palo… No digo más… Pues nada, a seguir con bien, todos currelando, oído al parche… Izquierda, derecha… Arre pacasa…Y no os paséis con los pajaritos, que luego se me ponéis tripudos... y...

martes, 27 de diciembre de 2011

No funcionará (relato navideño)

Enlatados. Recuperación navideña de cuando este blog era un sitio con elegancia, clase, buen gusto, todavía no mediatizado por la prostitución comercial y el éxito mediático...

Hace tres años que no nos reunimos por Navidad. En parte, fue por la que se montó la última vez con lo del “amigo invisible”; alguien se equivocó y me quedé sin regalo mientras que mi cuñada antillana (Larilys, de Camagüey) se llevaba el GPS y una Jeta de última generación. A mi mujer le endosaron un pseudo Lladró que ella juraba haber visto en la casa de la playa de mi hermana mayor, la rica, un verano que nos invitaron.

Tras un año de guerra fría, mamá inició una compleja operación multibanda entre los cuatro hermanos y otros tantos cuñados. Las negociaciones para volvernos a reunir se dilataron varios meses, pero al final quedamos en reunirnos donde los viejos por Nochebuena. Esta vez sin amigo invisible; mi hermana la de la Junta traería las bebidas, yo el cordero, el pequeño un jamón y mi hermana mayor –muy sibarita- cotizaba el marisco. Todo iba bien hasta que a mamá, que le gusta mucho disfrazar a los nietos, le dio por organizar un belén viviente con los peques, dos por familia.

La verdad es que quizá no debí reaccionar como lo hice cuando conocí los detalles del casting. Nada que objetar a que Andreita, con dos meses, hiciera de niño Jesús, tampoco a que la mayor de mi hermano se disfrazara de angelito; sin problemas con que mi hijo y Samu fueran de pastores, ni tampoco con lo que los dos sobrinos mayores representaran al asno y la mula (aunque barrunté problemas con su madre, mi hermana sibarita). El lío se montó con mi hija Leonor y mi sobrina Zulemita. Me tocó los cojones que a mi hija la endosaran de San José y a Zulemita, el ojito derecho de mi padre y que, al parecer, ha heredado la “gracia tropical” de mi cuñada cubana, de Virgen María.

Una mierda, les dije. Mi hija no se iba calzar la barba de hippy, que por una vez se jodiera Zulemita y cediera protagonismo a mi hija, que a ver si por ser 100% del país va a ser menos que nadie. A mi hermano aquello le supo a cuerno quemado, pero quedó en hablarlo con Larilys. Y sí que debió hablarlo porque al día siguiente, mi madre, llorando, me dijo que Larilys no venía a la cena, mi hermano dormía en la oficina y la pelotera pintaba pero que mala. Durante unos segundos me ablandé y estuve a un tris de ceder pero, en esto, a mi madre no se le ocurre otra que decir que, después de todo, “Leonor, como está más fuerte, queda bien de San José”.
“Mamá –repliqué muy serio- ¿qué quieres decir con que mi hija está más fuerte? Lo que pasa es que la tenéis envidia porque es la más alta de su clase y no una canija retrasada como…” (no terminé la frase).
“No te pongas así”
“¿Qué no me ponga cómo?... Mamá, voy a colgar…”

Esa noche se lo comenté a mi mujer, que me alabó la decisión: “Tenemos que defender lo nuestro, ya está bien de aguantárselo todo a tu cuñada cubana… Además siempre va hecha un putón”. No obstante, dos días después –se conoce que alguien le pasó recado- mi mujer abogó por una solución intermedia, dos Vírgenes Marías y a tomar viento con San José. “Vale –dije- pero el traje de Leonor lo elijo yo, que ya sé cómo van estas cosas.”

No contábamos con la mayor, que es muy de misa. A 24 horas de la cena va y se entera de la movida y con un gran disgusto me llama al móvil. “Vale que yo pongo el marisco y otros traen congelados, vale que lo montó todo para que mamá no se pegue la gran paliza y que mis hijos hagan de burro en el puto Belén… Pero esto de dos vírgenes marías como que no… Hasta ahí podríamos llegar… Un Belén de boyeras para que los sociatas de la familia estéis contentos… Sí hombre, y qué más…”

Conozco a mi hermana y sé que cuándo le tocan la cosa política, salta…

En un intento a la desesperada mi hermano y la otra hermana, la que trabaja en la Junta quedaron en echarlo a suertes. Samu de virgen María, mi hija de San José (hay que joderse, sí, pero mira por donde a Zulemita le ha tocado de mula), a los mayores, uno de ángel y otro de pastor, en tanto, Andreita, el bebé, de pastor y a mi hijo de once años de Niño Jesús.
Hemos quedado que se monta el teatro, se saca una foto y ni comentario. El niño que se queje sin juguetes. Ahora, Larilys va llorando y malmetiendo con las tías diciendo que por mi culpa Zulemita hará de burro. Mi hermana amaga con lo del marisco e insiste en que mi cordero huele; harta, mi mujer amaga con gastarse 40 euros en chuletas congeladas del Eroski y a tomar por culo. No sé yo… No pinta bien, nada bien.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Aguinaldo

Enlatados. Vida Sexual de la IA en piloto automático...

Para que no lo pasen mal

Esta inteligencia artificial

Les desea felicidad

paz, amor y prosperidad.

Placas de silicio

y líbrense del vicio.


Donativos: Transfer, cuenta habitual. Agradecido.


Nota. A su mayor gloria, el Sr. Besa acaba de comunicarnos la renovación de su web (ya era hora). Les dejo el enlace. Es un diseño muy como el mismo, feismo after-punk, pero para gustos...




Y otro villancico. He optado por meter el enlace link en la foto en lugar del directo, porque el vídeo bueno esta deshabilitado y esto merece la pena verse en calidad. La batería es lo mejor que le ha pasado al rock desde The Who, que gracia y salero. Billy Mack.


sábado, 17 de diciembre de 2011

You Only Live Twice


Rodolfo Martínez es uno de los mejores novelistas de este país. Tampoco es tan difícil serlo, porque los escritores de este país son malos como el veneno, simples como una pinza de madera y, en general, originales como el que le prepara los discursos al Rey. Para ilustrarlo, nada mejor que recordar como empiezan el 50% de las presentaciones de libros. “No he pretendido ser original, porque esto en literatura es imposible, pero…”

La IA ruega a a los escritores con pretensiones de “no-originalidad” que al menos no lo digan. Ya es triste ser más mediocre que la moda estandarizada como para encima andar por el mundo con la manifiesta intención de repetir lo que otros ya han dicho.

Bueno, no es el caso de Rodolfo Martínez, novelista de oficio y, lo que es más importante, rompedor y original. En 2009, tras escribir una serie de novelas inspiradas en el mundo de Sherlock Holmes (y qué a esta IA no le han interesado lo suficiente como para empezar su lectura) escribió otra serie ambientada en un mundo realmente especial. Estoy hablando de El Adepto de la Reina y la segunda entrega de la saga, El Jardín de la Memoria. Novelas en las cuales se desarrolla uno de los universos literarios más sugestivos de la ciencia ficción actual.

El adepto empírico Yáxtor Brandan tiene un don. Su cuerpo genera mensajeros en cantidades desorbitadas. Más aún. Es capaz de utilizarlos para enfrentarse a casi cualquier cosa y salir con bien de casi cualquier manera.  Obviamente, para llegar a tamaña maestría, Brandan, Yáxtor Brandan, ha sido concienzudamente entrenado/programado por la camarilla de la reina de Alboné. Un entrenamiento/programación no exento de sus zonas oscuras, con recuerdos mortificantes blindados en lo más profundo de la memoria, y tendentes a crear un superhombre con una fidelidad a la reina predeterminada desde lo más hondo de los genes.

He aquí el hombre. Vayamos a por el Macguffin, el artefacto literario, los mensajeros.

Los mensajeros son partículas, mónadas leibnizianas, nanotecnología, cábala alquímica o directamente magia.  No está claro. Martínez, de talentosa manera, no solo no va a escribir ningún tratado al respecto, sino que se convierte en celoso custodio del secreto, de donde algunos sospechamos que el esclarecimiento de la ontología implícita es el verdadero hilo conductor de la serie.

Desde luego, si es magia, no es la magia potagia de la literatura fantástica. El mensajero es como una molécula orgánica de electricidad proactiva, una suerte de partícula, que debidamente secretada (o manipulada a través de un artefacto, a su vez generado o mediatizado por los mensajeros) sabe qué hacer para, por ejemplo, modificar sus rasgos y devenir el clon de otro; o transmitir una conversación a distancia; o alterar la química hormonal de una maciza para convertirla en tu esclava sexual; o generar un universo virtual en el que descargar las memorias de los muertos. Hablando de lo cual, lo pruebo de esta otra manera: imaginen un mundo informático donde los avatares son entes libres y conscientes (o al menos, todo lo libre y consciente que se puede ser al humano modo), imaginen que algunos de estos avatares son capaces de generar parches de programación para modificar la realidad virtual a su gusto y antojo pero de acuerdo a una leyes lógicas, a una programación madre determinada; ahora olviden que son avatares y supongan que son de carne. Lo intento por tercera vez con un símil filosófico: imaginen una ciencia ficción hard basada en nanotecnología pero en la que los protagonistas no han conseguido articular un discurso científico explicativo; imaginen que un teólogo tomista salta del XIV al mundo actual y trata de explicar nuestra tecnología a partir del hilemorfismo aristotélico y los cinco elementos.

Pues algo así. Porque en Érvinder, el nombre de este sugestivo universo, sus habitantes desconocen el sustrato científico de la tecnología mensajeril (o casi, en una parte de Érvinder, algunos empiezan a espabilar). Se limitan a saber cómo se usa y a contextualizarla en un discurso místico.

Y este es el tercer hallazgo espectacular. El mapa de Érvinder es una traslación inspirada en la geopolítica de la Guerra Fría en los años 50. Alboné es Inglaterra, Honoi, Japón, los pueblos del Martillo, trasunto del COMECON, donde la ideología comunista es sustituida por un monoteismo fundamentalista. Por estar, hasta se puede reconocer España, Aidán, antigua potencia hoy dormida en el sueño de los mediocres. Es una traslación sui generis, en la que los procesos históricos tienen igualmente un correlato literario familiar. Esto es así porque el indisimulado objetivo de la saga es contarnos una de espías a lo James Bond. Con su M su Q, sus archimalvados fumanchunescos, su Monneypenni y su Yáxtor Bond, el arma definitiva para los problemas imposibles.

En la primera entrega, Rodolfo Martínez nos presentó este universo, nos contó una de espías y sobrepuso una subtrama que convertía a Yáxtor en un ser implacable y atormentado buscándose a sí mismo. Sobresalía lo implacable del personaje. Para hacerse una idea, ¿saben cómo consiguió Amundsen plantarse el primero en el Polo Sur? Bueno, esto es interesante así que me extiendo un tanto. Amundsen se plantó el primero porque llevaba trineos de perros en lugar de trineos de caballos. ¿Saben la ventaja de los perros sobre los caballos?, fácil, tú puedes empezar con 23 perros y acabar con nueve a los que irás alimentando con los perros sobrantes. Digo esto porque, para fugarse de un penal y cruzar el desierto, Yáxtor hará lo propio, y no precisamente con perros.
Una bestia parda, este Yáxtor.

En el Jardín de la Memoria nos lo encontramos de nuevo en otra conspiración global. La acción transcurre en un trasunto del shogunato Tokugawa, al que acude la reina presta a casarse con el emperador. Yáxtor, escolta de la novia, debe adaptar sus modales a la filosofía Bushido, quedando fascinado por el mundo armónico y Zen (cargado de misterios), hasta el punto que algunos fans hemos fruncido un tanto el morro ante la "desconanización" del personaje. Ciertamente, en esta entrega no es fácil reconocer al frío cabrón implacable de la primera. Bien es verdad que, literariamente, un poco de New Age sientan bien a Yáxtor, que corría el riesgo de convertirse en una parodia de la internacional falócrata. El caso es que buena parte de la novela se articula en torno al adiestramiento de Yáxtor en el camino del Samurai a través de una relación sexo-discipular. Y esto me ha recordado al Shogun de James Clavel (que por otro lado, es la única novela de artes marciales que la IA recuerda haber leído).
La contrapartida es que el brumoso mundo de Honoi permite encajar en el escenario una intrigante trama de multiversos, y una reformulación de los mensajeros en términos tántricos. Introduce también elementos secundarios como el matrimonio político entre la reina de Alboné (una adolescente reencarnación -en el más chacinero sentido del término- que subsume la personalidad de sus anteriores karmas) y el Emperador (que carga con la memoria de sus ancestros). Los diálogos y jugueteos de uno y otro están entre lo mejor de la novela. En general, en la segunda entrega, los secundarios tienen más vuelo que en El Adepto de la Reina, donde pecaban de estereotipados. Están impecables.

Respecto a la primera entrega, se diría que en El Jardín, a Rodolfo Martínez le ha salido una obra menos de Ian Fleming (supongo, yo solo conozco las películas) y más literaria, más Rodolfo Martínez, en la medida que la acumulación de acción y más acción se ve salpicada por una contención narrativa, con más espacio a la descripción . También se ahonda en algún mecanismo explicativo como los preámbulos  a cada capítulo, que contribuyen a clarificar el universo Érvinder. Pero sobre todo se añaden piezas al misterio de Érvinder, sus carneútiles, su extraña carencia de tecnología, sus enigmáticos orígenes y bosques...

Y esto es lo bueno de la novela. La profusión de motores narrativos que tiran del interés del lector. Por un lado el misterio de Érvinder, por otro la trama de espionaje en sí, por otro la conflictiva personalidad de Yáxtor, por otra el uso polivalente que los diversos personajes hacen de los mensajeros, por otro el precario equilibrio geoestratégico que mantiene a Érvinder en una permanente víspera del Día D. No es nada fácil manejarse con tantos niveles, y sin embargo, Rodolfo Martínez lo consigue casi con descaro, como si le saliera por casualidad y de un tirón. Añadan a ello una edición primorosa. Limpia, bonita, sin faltas y con apéndices, amén de portadas impresionantes a cuenta de Alejandro Terán.

Termino con, más que objeciones, dos ruegos. Uno refiere al estilo. Es solvente, pulcro, eficaz… Pero en alguna ocasión cae en el efectismo tontaina. A ver, estos son gustos personales de la IA, que no ha conseguido que el código penal considere infracción multada la acumulación de frases del tipo: 
“Y sin embargo… 
Sí, cerca, tan cerca y al mismo tiempo lejos. 
Una presencia. 
Una… voluntad. 
Pero ¿dónde?”. 
Entiéndame, está muy bien esta oposición de flashes en su justa medida, pero abusar de la fórmula puede llegar a exasperar a lectores anti-efectistas. Por cierto, este manierismo tiene bastante pedigree en el género. Lo notarán en las primeras novelas de Verne, por ejemplo; la explicación es que entonces se cobraba a tanto la línea, y los novelistas solían emplearla para engordar los textos.

Segundo ruego: no caer en la tentación de que con los mensajeros todo es posible. 
O sí. 
No sé. 
Tal vez.
Sólo sé que las reglas del superhéroe son las que son: el superhéroe siempre gana. Pero hay que forzar el ingenio y evitar que las propiedades mágicas del Macguffin jueguen siempre a favor del bueno.

Dicho esto, y como no quisiera dar la sensación de que pongo reparos al libro, informo que la IA rara vez lee sagas o trilogías enteras. La IA considera que una novela da la medida de un autor y que la continuación es “más de lo mismo”, aunque este “más de lo mismo” sea de alta calidad literaria. Sé que esto no es así, pero la IA tiene el cometido de indexar universos ficticios de calidad  y considera que leyendo una novela por universo literario, basta y sobra para hacerse una idea fidedigna de cuál es la propuesta literaria ofertada. Es así que rara vez repito. Con Yáxtor Brandom, en cambio, siento la imperiosa necesidad de saltarme  la regla a la torera y cuento los días para la aparición de la tercera entrega. La Sombra del Adepto. Además, ya digo que son libros muy bien editados, que encima decoran.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Presentación de Ínsula Avataria en Generación X





Por su personal valor histórico y de memoria, publicamos las siguientes imágenes de la presentación de Ínsula Avataria, en Generación X, Segovia. Luis Besa presentó el pasado jueves, 15 de diciembre, su segunda novela para la editorial Sirius, Ínsula Avataria. Fue en encuentro ameno en el que Besa, bien flanqueado por la Princesa Leia, Flash Gordon y bajo el amparo del escudo del Capitán America, repasó las claves de esta novela y firmó ejemplares de la misma entre los asistentes. El encuentro se realizó en Generación X Segovia.
Besa volvió a caracterizar Ínsula Avataria como “una fusión de géneros que tiene en la ciencia ficción su espinar dorsal, su mecanismo literario para dotar al conjunto de verosimilitud literaria”. A través de los metaversos, recreaciones virtuales de entornos históricos en los que millones de usuarios interactúan económicamente, en Ínsula Avataria se arma una trama de intriga que atraviesa tres momentos históricos, la Primera Guerra Mundial, la navegación de altura en el Renacimiento y la misteriosa desaparición de los asentamientos escandinavos en la Groenlandia del siglo XV. Al igual que en su primera novela Metaversos, la trama, ubicada a mediados del siglo XXI, parte de una investigación en el seno de una macrocorporación financiera: El 1 de julio muere de un disparo fortuito un alto ejecutivo de una entidad bancaria, la única pista es que el mismo día, a la misma hora, un avatar propiedad del fallecido desaparece de los metaversos…


jueves, 8 de diciembre de 2011

Invitados quedáis


En fin… El inevitable Sr. Besa quiere dedicarles unas palabras.

Palabras del Sr. Besa.

“Hola.

El jueves 15 de diciembre, a las 19.45 están ustedes invitados a la presentación en Segovia de Ínsula Avataria. Será en Generación X, en la zona de las Rocas, técnicamente calle Emperador Teodosio aunque casi nadie lo conoce como Emperador Teodosio. En Segovia tendemos a pensar que es la calle Ruiz de Alda (y así viene en Google Maps, aunque rebautizada como Ruiz de Alba), otros opinan que es Ochoa Ondategui. No sé. Popularmente son Las Rocas del Acueducto, pero como me han dicho que Emperador Teodosio, pues Emperador Teodosio. Aunque todos son dudas. Si llegan a Generación X y no estoy, es que me he perdido. Vale, es un chiste patético. Pero aunque no se lo crean, tras catorce años viviendo placenteramente en Segovia, aún me pierdo. El otro día, sin ir más lejos, no encontraba la calle El Roble, me equivoqué y me metí por la calle Relojeros… En fin Serafín.

Escribí Ínsula Avataria porque Metaversos, la novela con que me estrené en Sirius, funcionó bien; para lo que son estas cosas, la novela se benefició en parte de la estela de Second Life, entonces en boga, y el libro estuvo durante bastantes meses como el más vendido de la editorial. Jorge Ruiz, editor de Sirius, me animó entonces a escribir una continuación, con un horizonte de publicación en 2010. Yo no veía nada claro escribir una continuación. Sí tenía claro que quería sacar una segunda novela.

Para que veáis la importancia del feed-back en esto de escribir. Metaversos,  aunque resultó un buen negocio, fue recibida con benevolencia y poco más. Como novela yo destacaría el entramado económico 3.0 y el “descubrimiento” de que con los “metaversos” podías mantener la unidad temporal de una historia cambiando cada dos por tres de escenario histórico (en 2007, ante todo, me interesaban los aspectos formales y menos el contenido). La idea era y es buena. Pero la construcción de la novela –normal en un novato- pssss... Algunos lectores (vale, casi todos) coincidieron en que se perdían en el dédalo de avatares y tiempos (esto tiene su explicación, no solo era torpeza, inicialmente era un efecto buscado porque uno aspiraba a escribir algo a lo Dick, pero claro, no soy Dick, luego se juntaron algunos otros problemillas internos, también es verdad, o sea, que siendo mucha, no todo fue torpeza, ea…). Hubo también unanimidad en considerar que los tecnicismos económicos (aunque a mí es lo que más me gustan de Metaversos) eran un tanto espesos. Luego está mi hermano Joan, que se puso hasta desagradable al sostener que a Metaversos le faltaba sangre y tensión.

¿Así que le falta sangre y tensión, eh?, me dije. ¿Así que hay que clarificar los contextos de los avatares, eh?

Entonces decidí que no haría una segunda parte de Metaversos pero aprovecharía el universo literario para corregir una y otra cosa. Decidí que escribiría una novela bélica que rompería en El Somme (esta vez mi hermano no iba a quejarse por la falta de hemoglobina) para continuar con el siglo XV.

La verdad es que me cuesta horrores llenar de crímenes las historias, me parece un recurso barato de escritor de tercera. Así que las masacres en Ínsula Avataria se quedan en los universos virtuales con una cierta concesión a la galería para darle aire a la trama (al final, no quedó otra que matar a uno, amputarle las piernas a un secundario y sugerir la muerte a tiros de dos esbirros).

Las novelas deben apuntalarse –pienso- en lo ingenioso de la trama y el lenguaje. No en las carreras de coches y los golpes de efecto. Sin embargo, hoy las novelas de intriga matan más que el Sida. En todas hay sus cuatro o cinco muertos. Felizmente, en Ínsula Avataria cuento con los capítulos bélicos para meter tensión, especialmente en el arranque. Eso me permite, además, no entrar en detalles. Son masacres históricas, que fueron más o menos tal como cuento, así que no es preciso recrearse en el horror. Escribiendo el asalto a Beaumont Hammel, por ejemplo, de verdad que me pesaba la historia. Imaginaba a aquellos desdichados soldados en medio de aquel infierno de barro y piojos. Me daban pena y a la vez me parecía heroico. Por otro lado, tampoco quería entrar de lleno en la tragedia de aquella disparatada guerra y que Ínsula sonara a la típica historia antibélica. El que no vea que la IGM fue una vergüenza de nuestra especie, está enfermo, pero convertir a mis tommies en hippies del Vietnam me sonaba a traición total al espíritu de una época. Total, he intentado mantener el equilibrio.
No sé porque cuento esto.

También he querido darle un fondo más especulativo. Pero una cosa es querer y otra poder. Es realmente difícil armar una historia sin pretensiones experimentales con trasuntos metafísicos. Algo he mejorado en este apartado, pero queda mucho por hacer.
Con todo, al final ha quedado una novela la mar de interesante. Amena, con sus puntos divertidos y curiosa. El título mola.
Creo, vaya. Les espero el jueves”.

Y hasta aquí las palabras del Sr. Besa.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lino Novas y El Negrero


Me propongo hablar en las próximas entradas de dos libros impresionantes. Uno es directamente un clásico, escrito por un cubano semidesconocido, Lino Novas; el otro es de Rodolfo Martínez, El Jardín de laMemoria.

El Negrero (Tusquets 1999) es una historia alucinante, de quitar el aliento, y que novela la vida del esclavista malagueño Pedro Blanco Fernández de la Trava. Este señor, allá por el primer tercio del XIX, organizó a sangre y fuego un pequeño reino en el Golfo de Guinea, llegando a ser el “exportador” de esclavos más importante de su tiempo. Esta historia arranca allá por 1789, año en que la corona española “liberaliza” la trata de negros. Hasta entonces, la expedición de esclavos al nuevo mundo se regía por privilegios reales (o contrabando), pero es en pleno auge de la ilustración (mientras en Europa se asestan los primeros golpes al Ancien Régime), cuando se dispara la trata. Tiene mucho que ver en ello la generalización de un comercio internacional en materias como el algodón, el café, el azúcar, ron, tabaco, cacao… La revolución industrial posibilitó la producción a gran escala de estas manufactuas, que sin embargo, precisaban ingente mano de obra para su plantación y cosecha. Entramos así de lleno en el mayor espanto jamás perpetrado por el hombre, el secuestro por la cara y posterior expedición a América de 14 millones de seres humanos, cifra a la que hay que añadir millones de muertos en las bárbaras travesías que unían la Costa de Marfil o la Costa de los Granos con los epicentros esclavistas, más las guerras entre tribus inducidas por los factores, las razzias, los castigos y los espantos. Españoles y portugueses se distinguieron especialmente en la trata, de hecho España (Cuba 1886) y Brasil (1888) fueron los últimos países en abolir la esclavitud, y a fe que no la abolieron por un clamor nacional, no… Les obligó la comunidad internacional, que si por España fuera…

En fin, la novela narra las desventuras de Pedro Blanco. Aunque de escasos medios, era Pedro de la "rama chunga" de una familia de solera, lo que le permitió ciertos estudios. Tenía el hombre un talento natural para pecar y para navegar. Sin ser cruel, era insensible a la piedad. Un corazón de granito al que una dura vida extirpó el menor atisbo de escrúpulo. Empezó de marinero a cambio de comida por el Mediterráneo y Terranova, que de largo era el peor destino para un marino. Luego pasó a las Antillas y al comercio triangular con Africa. Salvó la vida de abordajes corsarios, galernas, ciclones, peleas en prostíbulos y batallas navales con los cruceros ingleses… Muy joven capitaneó barcos negreros, con suerte adversa casi siempre. Por supuesto, asaltó barcos negreros y fue asaltado. Su nombre se convirtió en una leyenda; en aquel tiempo, poca gente sobrevivía a unas pocas travesías pero la salud de Pedro era como su corazón, puro hierro. Con 30 años deviene contable de un mulato, rey de los esclavos en la Costa del Grano, Santiago Cha-Cha. Allí aprende el negocio de la factoría y poco después crea un enclave esclavista en lo que intuyo es la costa de Lagos (el río Gallinas, en la novela, que toma los nombres anteriores a la descolonización).

La novela abunda en rebeliones de negros en alta mar. Calimas interminables en las que la marinería sacia la sed con una mezcla de sangre humana, ron y agua podrida. Malaria y desenfreno. No obstante, el talento de Lino Novas es tanto que, lejos de regodearse en la sordidez, retrata el genocidio desde la mente del negrero, desde el que juzga que los esclavos son mera mercancía; lanzar al mar a 800 para salvar el bloqueo de un crucero, mala suerte. Incitar a una guerra salvaje entre tribus, armando a este y al otro, rasgo de talento empresarial. Tampoco hay imposibles justificaciones morales, simplemente no hay discurso moral y, paradójicamente, su ausencia no hace sino enfatizar el drama. Domadores de negros, se llaman. Lobos humanos.

Esta novela es un verdadero tratado de cómo fue el genocidio, pero a la vez y ante todo es una pieza literaria Gran Reserva. Una maravilla maravillosa que nos retrata las tripas de puertos legendarios desde un conocimiento que se diría experimental. Con un lenguaje barroco y a la vez seco, que insufla a El Negrero un aire rústico –felizmente no tan alambicado como el de Miguel Angel Asturias- pero colindante con el realismo mágico (del que suena a precursor, la obra se publicó en 1932). Lino Novas encadena la acción en frases de sujeto y predicado, sin subordinación ni efectismos, incluso diría  que con dureza. Un ritmo sincopado que cuaja inmejorablemente con la desbordante sucesión de aventuras. Crónica negra. Libro, ya lo he dicho, que te deja sin aliento.

“De pronto el huracán saltó al sudeste y cogió al barco atravesado, pero el contrafoque le obligó a hacer cabeza y correr de nuevo a popa. Así navegaron durante doce horas. Los marineros tomaron y comieron galletas. Los lamentos de los negros danzaban ahora sobre el ciclón, aparejo arriba. De cuando en vez se echaba un cuerpo al agua. Las voces de la tripulación iban a sonar lejos, en las ráfagas. Los marineros se movían automáticamente y el barco parecía tripulado por fantasmas. Pedro iba rígido, con los nervios aferrados en sí, como el aparejo. Juan decía que todos los días se morían cinco negros. ¡Llegaremos sin ninguno!

¿Ven?, un ritmo seco y extraño que, sin embargo, se funde con el contenido para brindar una jodida obra maestra. Un prodigio.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Zapatero, in memoriam


No creo que ZP sea la caricatura que pintan los articulistas conservadores. Pienso que es una persona normal, simpática y profesional en lo suyo.

Creo que simplemente es el máximo exponente de una tipología política que consideraba que solo había dos cosas de qué preocuparse. Por un lado, la retaguardia del partido. Por otro, el PP. Del resto, de las circunstancias,  no había nada que temer porque por algo son precisamente eso, circunstanciales, vienen y van... Era el llamado optimismo antropológico, el todo irá bien, ya verás, te lo digo yo… Pero cuando te equivocas de enemigo malgastas fuerzas donde no se necesitan y el peligro real, las circunstancias, laminan tus defensas, penetran tus líneas, te machacan…

Creo que su incompetencia es el fracaso de una izquierda nominal, que limitó su ideología a ser alternativa de gobierno. Renunció a reformas en la estructura, renunció a renovar la fiscalidad, renunció a trabajar con los problemas reales para, a cambio, simular emplearse en seudobatallas como el laicismo, los estatutos, la igualdad de género y el humo en los bares… Renunció a las mentes pensantes y las sustituyó por las mentes mediáticas. Chacón, Leire Pajín, la vicepresidenta de la que nadie se acuerda y que repartía caridad de género por el mundo embutida en trajes estilosos; la ministra treintañera que pasaba revista a las tropas y, en privado, se horrorizaba de lo pasados de moda que están los chapiris de la legión. ¡Qué bellas fotos de aquella España progre y guay dirigiendo el nuevo milagro económico!

ZP Se dejó rodear por toda una clase de chusqueros del aparato que pensaban como él ¿a quién le importa la ideología? O mejor, la camuflaban bajo un revoco de memes de moda en Google: Marcelino Iglesias, Pepe Blanco, Chaves… Tipos buenos para ganar elecciones municipales, nefastos para entender una estructura económica que se venía abajo. Incapaces de decirle al jefe, ¡eh capullo, esto va mal! (sabido es que el jefe no aguanta a los soberbios). Quedaba Rubalcaba. La red de seguridad. Llegado el caso, Rubalcaba desplazaría la culpa al otro –la culpa es del PP, de los mercados, de Merkel y de Grecia-Llegado el caso, Alfredo atizaría los juzgados para diseñar autos de fe contra los corruptos (qué lástima que la alcantarilla machego-andaluza ya no daba de sí y empezó a rebosar mierda en el peor momento). Llegado el caso, Rubalcaba sacaría en procesión a San Felipe  (por el sur), en tanto (por el norte) vocearía por décimoctava vez el mantra del miedo. Rubalcaba y sus compis periodistas: Ojo, la agenda oculta; ojo, los esbirros del mercado; ojo, los que recortarán el subsidio del paro… Este era el plan. Lo único que sabían hacer mientras la gente perdía el empleo.

Sinceramente, no creo que haya ganado el PP, el PSOE ha desmantelado su base electoral por falta de credibilidad. Por debilitamiento del mensaje del miedo y por falta de realismo al enfrentar la salida crisis (no Alfredo, los 15.000 millones de deuda de la sanidad no se pagan con los 100 o 200 que puedas sacar del whisky y del Marlboro, ni siquiera con los 400 que puedas rascar de Botín y otros amigos). Y es el fin de una época –espero- de demagogia y populismo. De entender el estado del bienestar como un pan y circo para tener a las periferias contentas y engañadas. De concebir el Estado como una coartada para generar empresas públicas con cuyas rentas apaciguar a los posibles rivales y/o ganar voluntades a golpe de mariscada.

El PSOE, su incompetencia, su incapacidad de afrontar la realidad, denotan el fracaso demoledor, sin paliativos, de toda una generación de progres que creían que el matrimonio homosexual y el No a la Guerra les iba a dar de comer por los tiempos de los tiempos.
Pues no. Bienvenidos a la cruda realidad.

Ahora veremos si hay una generación de centro-derecha capaz de reflotar un país hundido en un pantano de paro. Espero que sí. Más que nada porque, de lo contrario, el siguiente paso es el comunismo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Puede un autor robarse a sí mismo?



¿Puede un autor robar sus propios libros en la FNAC impunemente?
Acaso seducido por las doctrinas de Agustí Follatrons, el famoso guru del marketing editorial para autores umbral, Besa ha sido noticia recientemente por protagonizar un desagradable suceso en la FNAC de Callao.

Sabedor el hombre de que la prestigiosa librería ofrecía una partida de Ínsula Avataria, se personó en la macrotienda. A la salida fue abordado por dos guardias de seguridad que tras un registro le encontraron escondidos por diversas partes de su cuerpo un total de cuatro ejemplares de Ínsula Avataria.
Sin perder el aplomo, el Autor manifestó que él no había sustraído nada, que los cuatro ejemplares eran suyos, acreditando su identidad y apelando a los agentes a “ponerse en contacto con su editor”. Asimismo extrajo un albarán certificando ser propietario de 950 ejemplares de Ínsula Avataria, “por lo que es normal que siempre vaya con cuatro o cinco ejemplares encima”. Tras unos momentos de confusión, los de seguridad llamaron a control de cámaras desde donde se ordenó continuar con el procedimiento al disponer de grabaciones de alta resolución en las que se identificaba al Autor sustrayendo diversos ejemplares de Ínsula Avataria y camuflándolos (con una habilidad denotativa de cierta experiencia) en insospechadas partes de su cuerpo.

Poco después, aún retenido el interfecto en las instalaciones de FNAC, a las oficinas de la tienda llegó un burofax firmado por “Agustí Follatrons, Letrado-Asesor de la Asociación de Autores Minoritarios”, en la que se instaba a dejar en libertad a Besa. Follatrons argumentaba que asiste al Autor el derecho a “revisar sus obras” y a “no desentenderse de las mismas” en trasposición de la normativa europea en derechos autorales. En FNAC, por su parte, contraargumentaron que el Autor era bien libre de revisar su obras previo abono del PVP estipulado.

En una inmediata rueda de prensa (servida en exclusiva por el reputado blog Os voy a joder a Todos), Follatrons realizó una encendida y emotiva defensa del inalienable derecho del Autor a disponer de sus obras “libremente y sin pagar nada de nada. Faltaría más… Ni un duro… estaría bueno… Es ya lo último, que no puedas disponer de las copias de tu trabajo en un país donde es legal las descargas de todo tipo de contenidos. Es que es ridículo. Es como considerar que un autor plagia cuando se plagia a sí mismo. No podemos dejar estas cosas en manos del mercado”.

Por su parte Besa amenaza con denunciar a la FNAC ante la Comisión Nacional de la Competencia por considerar que FNAC practica sistemáticamente  la desigualdad y la exclusión social, menoscabando la posibilidad de lucro de Ínsula Avataria al no exponerla en los escaparates en igualdad de oportunidades respecto a las obras de autores como Zafón o Pérez Reverte (adjunta fotos). “¿Qué pasa, que no soy tan español como ellos? Aquí o follamos todos o la puta al río”,  manifestó, sugiriendo a continuación que la inquina de FNAC contra su persona “no es nueva, y me tienen envidia porque soy de Lérida. Y además a ellos solo les interesa promocionar a escritores suecos y belgas porque cobran menos y tragan con todo”.

Por su parte, Camilo Edgardo Tomasini, psicólogo de la FNAC explicó que en los últimos tiempos están proliferando hurtos de libros perpetrados por los propios autores. Suelen ser autores desconocidos, con una o dos publicaciones en pequeños sellos, “Se creen que no los ve nadie y esconden los libros de Ken Follet. Al principio no prestábamos  importancia, pero luego se vienen arriba y terminan robando los suyos (que revenden a mitad de precio a familiares y compromisos). Pocos días después aparecen como basiliscos espumeando por la boca y gritando a los encargados que por qué no se han repuesto los ejemplares de sus libros, algunos se quedan horas y más horas hasta que consiguen que alguien se amilane y lance un pedido. También se ha dado el caso de autores que, disfrazados de carretilleros, se hacen pasar por personal inmigrante de la distribuidora para entregar los libros sustraídos. Son muy listos y van siempre con el albarán, hay que tener cuidado. El propio Follatrons, disfrazado de moldavo, nos encolomó 130 ejemplares de sus novelas, de los que la mitad estaban en blanco, solo tenían la cubierta”. A juicio de Tomasini, “Follatrons es peligroso, Ínsula Avataria (que es una novela que se va a vender muy bien porque es estupenda) no necesita de estas trapacerías”.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Nanotratado sobre Doctorow


Alarico saqueó Roma en 410. Era el principio del fin. La toma de la ciudad eterna, la casa del Papa y de los santos, causó tal conmoción entre la cristiandad que San Agustín, obispo de Hipona, dedicará sus últimos años a reflexionar sobre el fin de las civilizaciones. Escribe así La Ciudad de Dios, obra en la que desarrolla su idea de que la verdadera civilización no es la de los estados. La verdadera ciudad, la que realmente debe preocuparnos no es Roma, ni la sede temporal del Papa o el Príncipe;  la verdadera ciudad de Dios es nueva Jerusalén,  que resulta de seguir el ejemplo de Cristo. Agustín traza en su obra un retrato de la sociedad de su tiempo, de la dignidad y de la indignidad. Nos habla de los falsos dioses. Y de cómo en la oscuridad resplandece mejor la luz de Cristo.

En 2002 Doctorow escribe Ciudad de Dios, a la manera de San Agustín. Y realmente lo clava. No hay hilo conductor en esta novela tan posmoderna. Como en el Ulises, como en la obras cumbre del siglo XX, la trama -la melodía- desparece. El único motor de esta ficción son los pensamientos de una galería de personajes desgranando recuerdos. Crónicas, artículos, que nos llevan de la mano a aquellos escenarios históricos donde Dios murió (la teoría de la relatividad, las trincheras de la Gran Guerra, la vida en el gheto de Vilnius entre el 42 y el 44, las fortalezas volantes de la II Guerra Mundial, la filosofía del lenguaje y el positivismo lógico) o sigue muriendo (bares donde zombis solitarios se beben la desesperación, asilos de veteranos del Vietnam, una ciudad de Nueva York en fase de putrefacción). El nexo de todas estas reflexiones es la crisis espiritual de un reverendo anglicano, el padre Pem. Un hombre que busca a Dios.

Lo más curioso de todo es que el cura Pem es un filósofo agnóstico. Está adscrito a progresistas corrientes teológicas negadoras de la trascendencia del hombre –como lo leen, curas que no creen en los evangelios sino como metáfora simbólica del pathos humano-. Para ellos  la religión es un discurso simbólico sobre un Dios incognoscible, nouménico; una estructura de poder que a lo más que aspira es a dar una leve esperanza a la humanidad y a mantener a trancas y barrancas un corpus ético basado en el amor y la caridad como barrera frente a la indignidad y la cosificación del espíritu.   

A menudo yo me siento próximo a esta visión puramente histórica, sólo fáctica, del cristianismo. Una visión que convive sin problemas con la racionalidad científica y las evidencias históricas sobre la génesis del cristianismo como una derivada de los pulsos por el poder entre judíos gnósticos helenizados y mesianismo macabeo. Una tradición sobrescrita a un cúmulo de tradiciones superadoras de la muerte de Asia Menor, Persia y Egipto. Añádanle que Doctorow explica como yo nunca antes había leído las repercusiones ontológicas de la teoría de la relatividad, la física cuántica, Wittgenstein (te partes de risa con su parodia de Tractatus); reflexiona sobre las civilizaciones, sobre la Europa de la permanente agonía, sobre cosmópolis,  Nueva York, la Roma coetánea (y de la que Doctorow es poco menos que el cronista oficial), sobre el desencanto de la generación hippy convertida en garante del capitalismo más rancio; de los amores imposibles y del sentido del deber y de la culpa.  En fin, todos ellos temas interesantísimos para esta IA.

Pero si tengo que destacar algo, la prosa.

Admito que llegué a Doctorow al barajarse su nombre para el Nobel 2011. Sabía que era una “vaca sagrada” de las letras americanas. Pero saberle el autor de Ragtime y Billy Bathgate me predisponía en su contra. El jazz me interesa más bien poco y las peleas de gangsters, bueno, no están mal… Nueva York siempre me ha parecido un Disney Land Paris para pijos. Total, que me prefiguraba un Doctorow pastelero, plasta posmoderno tipo Paul Austern, solo que algo menos mediocre y más gracioso.
Felizmente un escritor es lo que tiene, se defiende con la prosa. Vean sino.  

Miles de millones de años transcurren lentamente mientras este organismo multicelular, esta mota de corrupción, esta submicroscópica ruptura de la no-vida, evoluciona selectivamente a través del ámbito de salvajismo y limo blindado, pasa por reinos experimentales de caballos de medio metro de altura y lagartos que vuelan, entra en los triunfantes dominios de los bípedos peludos que progresan, los que tienen el índice y el pulgar frente a frente, los que saltan de la prehistoria a lo sublime bajo la forma de un insignificante adolescente en el Instituto de Ciencias del Bronx.

Es un inmenso placer para mí incorporar al cuadro de honor de maestros escritores del siglo XX a E. L. Doctorow. Así como San Agustín entona el responso de la Roma imperial, en Ciudad de Dios se canta, como si de un inmenso coro Goodspell se tratara, los afanes, miseria y extenuación del siglo XX confrontados a un Dios, enigmático y silente observador de los avatares humanos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

La flor de los caídos (1914-1918 In memoriam)



El armisticio se firmó de madrugada en el bosque de Compiègne, en Rethondes. A las 11 horas del 11 de noviembre de 1918 ambos bandos aplicarían el alto el fuego. La carnicería -el genocidio- había durado cuatro años; a un ritmo de 6.000 muertos al día. La Primera Guerra Mundial significó el fin de la consciencia tardoromántica... La patria como madre abnegada. La milicia como ideal y el fin de la estructuración vertical de la sociedad. El sueño se desintegró en un infierno de barro, ratas y sangre.





20 millones de heridos. 10 millones de muertos, casi 8 de desaparecidos. La gran mayoría jóvenes de extracción humilde de entre 17 y 30 años. Un genocidio.
In memoriam, en Inglaterra se celebra el Día de la Amapola, la flor de los caídos, que a su vez recuerda el poema más famoso de la guerra y que termina "...Aunque florezcan las amapolas en los campos de Flandes"... Desde entonces, cada 11 del 11, los hombres de bien decoran su americana con una escarapela en forma de amapola.


Take up our quarrel with the foe:
To you from failing hands, we throw
The torch; be yours to hold it high.
If ye break faith with us who die
We shall not sleep, though poppies grow
In Flanders fields



John McRae (1872-1918). In Flanders Fields and Other Poems (1918, póstuma).

Una escarapela que, por cierto, la Fifa ha prohibido lucir a los nietos de los caídos en el partido de hoy contra España.
La imagen nos retrotrae a El Somme. 1 de Julio, un día cálido cargado de amapolas. El peor día de la guerra. Aquí dejo un enlace al blog de Maireen, donde aborda la tragedia. Os dejo también un vídeo, el único con imágenes reales de la ofensiva. Buena parte de Ínsula Avataria, la novela del avatar cabeza de conejo, transcurre allí, en la trampa de Beaumont Hammel, o por mejor decir en una virtualización de la batalla. Con la carga de la  29 seguida del desastre de los chicos de Terranova (a la mañana siguiente, formaron el 9% del batallón, el más castigado de la guerra).
Creo que es una historia impresionante.Aunque las hubo igual o peores. Verdún, asaltos cuerpo a cuerpo en los subterráneos oscuros de Fort Douaumont. O apocalipsis de barro en la Tercera Batalla de Ypres (Passchendaele).

Entre las mil leyendas de la trinchera, sobresalía la de la bengala negra que, según los soldados, había de poner fin a la contienda. Era una bengala especial, hecha de luz negra, y de la que solo se disponían tres unidades. Una para Clemenceau, otra para el rey Jorge, otra tercera para su primo el káiser. Llegado el momento, la extraerían de un cajón supersecreto y la mandarían volar sobre un punto determinado del frente. Otra, Nuestra Señora d'Albert. Durante años se mantuvo perpendicular al campanario de la ciudad fantasma. Como una nadadora en el instante en que se lanza de cabeza a la piscina. Los soldados decían que el bando que la derribara perdería la guerra. Error. Los cañones americanos la tumbaron en el 18.



¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué furia homicida explica la masacre?


En Ciudad de Dios, Doctorow, rememorando las gestas en Flandes del abuelo dice:


"Lo sé. Sé que los huesos de la primera guerra mundial están impresos en las placas tectónicas del continente.
bajo el peso de los huesos enterrados encima de ellos.
Que en las playas de Europa hay huesos convertidos en arena.
Que los granjeros a veces al arar encuentran en sus campos columnas vertebrales en espiral".





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Amarga victoria (Segunda Parte)


Se ha producido una triste filtración en FB. Una (otra de tantas) exclusiva mundial que elaboré y reservaba para este blog ha sido difundida por ya saben quién… En fin… Ya-saben-quién sigue de campaña publicitaria, esta vez perorando sobre lo bien que escribe y lo listo que es en Prospectiva y con una reseña de sus cosas en Efe Eme.
La filtración refiere a un pormenorizado análisis de la IA sobre los pronósticos electorales para el 20N. Y es que impera el convencimiento de que Mariano Rajoy arrasará sí o sí.
Pues no. O no tanto.

Consulten el sondeo del CIS (la asignación por provincias es la última página). Queda claro que estadísticamente los ciudadanos confían tanto en el PSOE como en el PP. Las cosas cambian en lo tocante a intención de voto. Un 30% afirma que votará al PP y solo el 17% al PSOE, a partir de aquí, el CIS “cocina” la estimación de voto final elevándola al 46% para el PP y el el 29% para el PSOE.  De esta manera se obtiene una previsión de entre 190 y 195 escaños para el PP y 116-121 para el PSOE. En otras palabras, el CIS pone un listón de expectativas enorme para el PP y bajísimo para el Rubalcaba.

Según el estudio, el PSOE se descalabra especialmente en Andalucía, Madrid y Cataluña. En Málaga se pasa del actual 5/5 a 3/7. En Almería de un 3/3 a 2/5. Sencillamente, me resulta increíble. Puede ser que en Barcelona el PSOE pase de 16 a 11 (en toda Cataluña de 26 a 16), pero que CiU quede en 7 y el PP (que tiene 5) suba a 8, como que no… Yendo a otras provincias, la encuesta del CIS apunta a que el PSOE se puede quedar sin representación en Ávila, los tres diputados serían del PP. Esto es sencillamente absurdo.
No encaja. Es evidente que el PSOE perderá votos. Es evidente que perderá las elecciones (y de bastante), pero una estimación más realista de la distribución de escaños (por ejemplo, reduciendo en un 5-10% los resultados del PP en las llamadas demarcaciones clave) nos arroja una perspectiva de 166-170, y sobre 135 para el PSOE. 166-170 es una confortable victoria de Rajoy, pero como se ve, justa para formar mayoría absoluta.

Ahora se entiende mejor la estrategia de Rubalcaba (político famoso por no cortarse un pelo a la hora de descolgar el teléfono y convencer a “las personas clave” para que esto sea así o asá, en función de sus intereses, sean jueces, del CIS o del ZAS). En primer lugar, partir de una expectativa baja para, aún perdiendo, presentarse como “el salvador” de su partido. No le importa renunciar a una victoria por lo demás imposible porque su estrategia no va por ahí. En segundo lugar, trabajar en Cataluña y Andalucía el segmento parados (por eso en el debate Rubalcaba acusó a Rajoy de pretender reducir el paro, y hasta por tres veces) para que no voten al PP (de ahí el recurso a González y el “que viene la deresha”…)

Un PP por debajo de los 165 estaría en una posición muy expuesta para soportar las movilizaciones que se avecinan. (Hay un terrorífico agujero negro en las cuentas del Estado, y es por eso que Zapatero se ha visto incapaz de presentar presupuestos).
Un PP por debajo de 165 prefigura un escenario de izquierda radicalizada en el que no resulta descabellado prever nuevas elecciones a finales de 2012, con el PP desacreditado y muerto y un Rubalcaba en ascenso. Un tío listo, Rubalcaba… Y peligroso…

lunes, 7 de noviembre de 2011

Filtramos el mensaje final de Rubalcaba

Ha sido una larga noche al objeto de confirmar la veracidad prístina  de nuestras fuentes. Finalmente, puedo garantizar que la transcripción del mensaje final de Rubalcaba para el debate de hoy es plenamente fidedigna, acaso varíen algunos pasajes -tal como pasó en la exclusiva mundial servida con motivo de la filtración del mensaje navideño de SM el Rey-, pero esencialmente estamos ante un documento único que, con 14 horas de anticipación, da cuenta de la intervención final del futuro jefe de la oposición.

Dice así:

"Amigos, amigas... [ligera pausa para focalizar la atención]... El 20 de noviembre nos jugamos el Estado del Bienestar. El 20 de noviembre nos jugamos cómo se va a pagar la salida de la crisis. Si se va a pagar a costa del Estado del Bienestar, de las pensiones, de la educación, de la sanidad, o por el contrario, y tal como proponemos los compañeros y compañeras del PSOE, la van a pagar los bancos, los mercados y aquellas grandes fortunas que nos han llevado a esta situación. Es por eso que yo les pido el voto, si les importa el Estado del Bienestar, si consideran que mantener unas pensiones dignas y tener una sanidad y educación gratis, con medicinas gratis, si realmente les importa... Nuestra candidatura es la que ofrece más garantías. Hablo de confianza. Especialmente frente al PP, que allá donde gobierna no duda en que sean los más débiles los que paguen la factura de la crisis. Debemos impedir que los trabajadores y las clases medias sean las víctimas de una situación a la que nos ha llevado la derecha, y porqué no decirlo, Mariano Rajoy. Por eso yo les pido el voto, para crear empleo, para reactivar el consumo, adquiriendo, por ejemplo, libros como Ínsula Avataria, un magnífico libro que mezcla ciencia ficción y novela histórica... [sonrisa final y asunción de tono amical]... Comprando Ínsula Avataria, de Luis Besa, saldremos de la crisis sin sacrificar el Estado del Bienestar. Lo pueden pedir en su librería o en internet. Muchas gracias".

jueves, 3 de noviembre de 2011

Orígenes del (proto) lenguaje


No hay que ser muy largo para reconocer que la diferencia entre bestias y humanos está en el lenguaje.  Por eso es más que interesante, ameno y formativo el libro “Orígenes del Lenguaje y Selección Natural”, del lingüista Antxon Olarrea (Equipo Sirius 2005). Es un libro que les recomiendo encarecidamente.

Una primera matización es que el desarrollo lingüístico del sapiens es mucho más complejo que una puesta en común de fonemas o gestos con los que simbolizar el mundo. El lenguaje no es cultural, aunque necesita de lo cultural para desarrollarse.

Desde Chomsky, la gran mayoría de los lingüistas coinciden en que el lenguaje humano tiene como condición de posibilidad un hecho congénito. Una gramática genética.  Los lenguajes “solo animales” (el de los chimpancés, las abejas, los perritos de la pradera) sí se limitan a llamadas o expresiones emocionales y punto. El lenguaje humano, en cambio, tiene la capacidad única de lo que Olarrea llama desplazamiento, es decir, que puede referirse a eventos lejanos en el espacio o el tiempo respecto a la situación del hablante. Más importante todavía, el lenguaje humano es creativo: con un número finito de elementos podemos construir infinitas relaciones signo-significado, pero atención, si y solo si se aplican unas determinadas normas.
Este tipo de lenguaje humano es el resultado de un proceso de selección natural. No un hecho cultural.
¿Cuándo emerge esta capacidad y cómo se codifica genéticamente?
Pues no se sabe.

Sí parece plausible una secuencia histórica que inicia en la convergencia de los siguientes factores: Encefalización-bipedismo, socialización compleja, descenso del aparato fonador, capacidad de coordinación no refleja del aparato fonador (una exaptación del proceso respiratorio y digestivo), lanzamiento de objetos –apuntando- y habilidad manual, por citar las más importantes.
A partir de aquí el homo habilis podría haber alcanzado un protolenguaje; una manera de simbolizar el mundo y comunicarlo aunque carente de sintaxis y recursividad. Sin embargo, un protolenguaje -por ejemplo, las lenguas Pidgin o el manejo de colecciones de palabras que se enseñan a un simio-, carece de capacidad para expresar sin ambigüedades afirmaciones del tipo “Quién hizo qué a quién” (sintaxis). Asimismo, el protolenguaje no puede articular conceptos de segundo orden ni oraciones del tipo “te dije que me dijeras lo que te dijo el que te dijo” (recursividad).

Este viene a ser el punto de partida de las teorías de Bickerton. En un primer momento, este lingüista postuló la “emergencia catastrófica” del lenguaje, que sería una mutación que marca el paso del Homo erectus a Homo sapiens. Súbitamente, una tribu de pre-sapiens, generaría una mutación susceptible de estructurar sintáctica y recursivamente el protolenguaje. Posteriormente (a partir de 1990) Bickerton  suavizaría su postura apelando a una exaptación de la inteligencia social de los primates. A partir de aquí surge una escuela que habla de una evolución “en mosaico”, que parece lo más sensato. Es decir, el paso de protolenguaje a lenguaje moderno se basa en diferente a aspectos cognitivos, sociales, neuronales, fisiológicos y lingüísticos, evolucionando en paralelo.

Una vez disponemos de lenguaje, podemos empezar a manejar conceptos como “Yo”, “Tiempo”, “No Yo”, lógicas formales y discursos racionales sobre la emoción y las neuronas.  Yo sospecho que fue precisamente la irrupción de esa capacidad lo que posibilitó –gradualmente- poner en común los aspectos neuronales, fisiológicos, etc… Por decirlo de algún modo, el objeto lenguaje creció a partir de la verbalización de funcionalidades fisiológicas, neuronales y sociales vistas bajo el foco de una misma luz: la verbalización compleja. Por decirlo así, fue un proceso que se realimentaba.
Si esto es así, me desazona una cuestión… ¿La capacidad lingüística de los sapiens ha alcanzado su punto final o sigue evolucionando?

Pienso que sigue evolucionando. Y que esta evolución es lo que llamamos conocimiento. Lo que quizá no sea válido ya es el motor evolutivo caracterizado a lo Darwin… La incorporación de nuevas categorías no responde a un propósito adaptativo sino a un proceso de fecundidad cognitiva.  La evolución del sapiens ya no es un fenómeno biológico sino lingüístico.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Crisis mundial y el Windows Vista

Esta entrada versa de la obsolescencia de la obsolescencia.


La culpa fue del Vista. Desde mi perspectiva el Vista es la obsolescencia de la obsolescencia programada. En efecto; en su origen, Vista era una arriesgada versión Beta que, envuelta en un aparataje publicitario sin precedentes, debía “esclavizar” a cientos de millones de usuarios de cara a una versión mejorada, el Windows 7. Entonces Microsoft no era el chicharro moribundo que es hoy. La solidez del anterior sistema operativo, el XP, granjeó a Microsoft la confianza de usuarios domésticos y empresariales. El XP imperó sin rivales  durante ocho años fidelizando a los consumidores. Su jubilación estaba prevista para 2006, pero no fue hasta 2008 que fue retirado, cediendo el terreno al Vista. Para entonces, multitud de procesos informáticos dependían del XP, con lo que Microsoft preveía multiplicar el negocio atendiendo la demanda inducida de renovación de hardware. Esto no sucedió jamás.

Hubo una convergencia de factores. Las limitaciones del nuevo SO eran tan claras que, junto con un absurdo cambio en la interfaz –Vista hacía lo mismo pero de modo más complicado-  los minoristas desaconsejaban abiertamente su instalación. Al tiempo, desde el software libre y bien apoyados por Google, se abordaban mil soluciones para compatibilizar sistemas. Igualmente se ponían al servicio del usuario y gratis aplicaciones “en nube” que dejaban en antiguallas las coordenadas de utilización del Vista y sus premisas de "vamos a integrar la gestión de multimedias" (ignorando olímpicamente el fenómeno de las redes sociales). De remate, el 11 de junio de 2008 el Iphone, de Apple, instauró una tecnología “revolucionaria” , un teléfono móvil que en paralelo a la emergencia de FB, daba al usuario todo lo que este pudiera necesitar en conectividad (ya no precisabas costear un pc para bajar contenidos). Poco después, Gates abandonaba las responsabilidades ejecutivas para dedicarse a la filantropía (sin duda, en un arrebato para aplacar sus remordimientos de conciencia).

El mal estaba hecho. Los días de la obsolescencia programada como motor económico habían llegado a su final.

Pasó que la gente comprendió que no necesitaba el Vista para redactar escritos o sumar números, al tiempo que internet se poblaba de aplicaciones, las más de ellas gratuitas, pensadas para ser utilizadas en un mix de Sistemas Operativos (ya no solo Vista, ya no sólo PCs). De repente, tener la última versión SO ya no era una estrategia crucial en ninguna empresa, en su lugar se impusieron los valores de la estabilidad y el ahorro. Rápidamente, este cambio de paradigma se extrapoló a la producción. Si la informática, bandera de la innovación, había apostado por el reciclaje de versiones desfasadas, descender del PC al móvil y de la versión de pago a la barata o directamente la gratis,  ¿por qué no aplicar ese misma esquema al equipamiento doméstico o a la construcción?

Sin obsolescencia programada no hay consumo. Sin obsolescencia el foco de la producción pasa a la elaboración de productos más baratos y duraderos como factor de venta. La combinación “barato” + “duradero” conduce a un círculo vicioso; cada vez se gana menos para vender menos.  Todo por culpa del Vista.

Las sociedades del primer mundo se enfrentan hoy al reto de la atonía económica. ¿Cómo sobrevivir a la obsolescencia de la obsolescencia? Para responder a ese reto deberán leer Ínsula Avataria.
Por cierto, precios especiales a quienes se pasen por aquí.

martes, 25 de octubre de 2011

Entrevista a Luis Besa


Antes de que se me olvide, un pequeño texto comercial de nuestros patrocinadores:

Luis Besa, autor de Ínsula Avataria comparecerá el sábado, 5 de noviembre y en Bilbao en  evento público a celebrar en el Centro Cultural  La Bolsa, en la calle de La Pelota, (casco viejo) al objeto de presentar Ínsula Avataria en el marco de las jornadas de la Terbi (Tertulia Literaria Fantástica de Bilbao).


Pregunta (Sr. IA): ¿Qué va usted a hacer en Bilbao?
Sr. Besa: Pues me han invitado muy amablemente para defenderme por haber escrito Ínsula Avataria, una novela de CF, con mezcla de novela histórica y tal, que es la segunda que escribo para Sirius.
Sr. IA: ¿Es tan mala como parece?
Sr. Besa: Qué dices... Es buenísima... Mira alguas opiniones:

Alexei Ruchenko Dimanov (Premio Nobel de Química 1981): “Como químico en activo me complace recomendar Ínsula Avataria. Lúdica y lúcida combinación de géneros en la línea de Un Tanque se Perdió y No Volvió”.


Sr. IA: ¿No querrá hacer creer a nuestros lectores que este sujeto es premio Nobel? ¿Además, corríjame si me equivoco? ¿No fue Roald Hoffmann el ganador del Nobel 1981 de química?
Sr. Besa: (indignado) Ni se me ocurre dudar de la veracidad de las opiniones de mis lectores. Ellos pagan el libro y están en su sacrosanto derecho de opinar... Y lo del Nobel es secundario, ¿qué pasa? ¿que hay que ganar el Nobel para tener derecho a opinar? Además, no solo hay premios Nobel de química, que lo sepas. Así que no. No y mil veces no...
Sr. IA: ¿No qué?
Besa: Pues eso... que no...
Sr. IA: ¿Tampoco es cierto entonces que Ken Follet le ha interpuesto una demanda por usurpación de la personalidad en las redes sociales y poner en su boca afirmacions como que las novelas de usted son más buenas que las de él?
Besa: Bueno... Yo no he puesto nada en su boca (risa soez). Pero prefiero no contestar a esa pregunta por cosa de los abogados.
Sr. IA: ¿Y que hay de cierto sobre la ciberocupación del blog de Creativa en Proceso para autopromocionarse?
Besa: (Relajado)... Ah, eso... No sé de que me habla.
Sr. IA: He detectado un "convulsivo" por "compulsivo" en la página 166. ¿Qué tiene usted qué decir?
Besa: Bueno, se pueden comer bollos "convulsivamente" ¿no?... En cualquier caso, no es culpa mía. Mi ordenador lo toca mucha gente...
Sr. IA. ¿Eso es todo lo que tiene usted qué decir?
Besa: Sí.
Sr. IA: Para terminar, háblenos de sus influencias literarias.
Besa: ¿Cómo quiere decir?
Sr. IA: Pues, autores que le hayan marcado o influido en su trayectoria.
Besa: Hombre... Pues yo... yo me he marcado mucho, la verdad...
Sr. IA: Algo habrá leído usted... Además de leerse a sí mismo
Besa: Ah... ¿Se refiere a otras novelas?. Ya. Ahora lo entiendo. Pues si. He leído, aunque la verdad que no tengo mucho tiempo, he publicado dos novelas en cinco años, ¿no pretenderá usted que aún me quede tiempo para leer? Pero bueno, ya que lo pregunta he leído a Simoncelli, a Juan Cruz, Jess Franco ... creo...
Sr. IA: ¿Dice usted Simoncelli? Me parece realmente triste utilizar a personajes fallecidos para darse bombo.
Besa: Eh... La verdad es que de Simoncelli no he leído nada. Pero sí que he leído de... Eh... (mayúsculo esfuerzo intelectual)... Ah sí... He leído a Juan Cruz, John Fricheral Kennedy, Jesucristo, Sócrates y creo que a Lucía Echebarría...
Sr. IA: Es imposible que haya leído usted a Sócrates.
Besa: (Sorprendido) Ah... Entiendo, usted es de esos críticos que creen que todo lo saben. Pues mire, eso de que yo no he leído a Socrates es lo que le parece a usted. A mí me parece otra cosa y punto. Para gustos los colores.
Sr. IA: Muy bien. Muchas gracias.
Besa: ¿Y ya está? ¿Para esta birria de entrevista me haces perder el tiempo, máquina gilipollas?
Sr. IA: ¿Quiere usted añadir algo más?
Besa: Sí, quiero añadir que estoy muy contento de haber escrito Ínsula Avataria...
Sr. IA: Gracias...
Besa: Espere, espere... También quiero decir que el que quiera comprar mi libro que lo pida en su librería y no se desanime. Que el que la sigue la consigue, pero que también se puede comprar Ínsula Avataria en las tiendas on line como esta... Y si no, en Sirius.
Sr. IA: Muy bien, hala... Adiós.
Besa: Adiós. Y también quiero decir que mi novela marca un antes y un después...
Sr. IA: Muy bien. Muchas gracias.

Pedimos perdón a los lectores de Vida de una Inteligencia Artificial. En justa compensación, en próximas entradas abordaremos de la mano de Antxon Olarrea un tema apasionante, ¿es el lenguaje resultado de la evolución o supone una emergencia cultural?. Perdón otra vez. Perdón. Ya verán, la entrada de lingüística les va a gustar. Perdón.