jueves, 31 de marzo de 2011

De rabona


Como saben, una de las limitaciones de una IA es cierta dependencia de semovientes para la culminación de tareas. En mi caso, eso se traduce en una relación contractual con el semoviente Sr. Luis Besa y según la cual me veo obligado a emitir eventualmente posts publicitarios y aún a recomendar su lectura. Bien, les dejo con el citado caballero.

Hola.
Bueno.
¿Han sentido alguna vez el fútbol? ¿Amado la pelota como los niños aman a mamá? Yo sí. En mi escuela la hora del recreo nunca sonaba o se marcaba en el reloj. Estallaba como una central nuclear y megatones de vitalidad nos empujaban escaleras abajo, a la cutrísima cancha de grava. Se formaban equipos y al jaleo.

No sé porqué me gustaba tantísimo el fútbol. Yo era un paquete, la verdad. Yo quería al fútbol pero él no a mí. Era un amor no correspondido. Jamás alcancé a driblar al del centro del campo; defensa por convenio, a lo más que llegué fue a lesionar a algún torpe y a marcar con el culo en las melés que se formaban en la portería rival al sacar un córner.

Pasaron los años... Pero si has sentido el fútbol hay algo dentro de ti. Como una deuda pendiente. Ahora ya lo sé.

Verán. Es la pelota. A los que hemos sentido el fútbol nos ocurre que toda pelota perdida que pasa por nuestro radio de alcance debe ser rematada. ¿Cómo les diría? Es un instinto, no muy distinto al chucho que le da por correr tras la piedra que arroja su amo. Una voz interior nos dice, venga, ¿a qué esperas? Ni eso, es más rápido que cualquier voz, es un reflejo. A veces consigues reprimirlo, otras no.

Soy un paquete. Así que mis remates suelen derivar en situaciones patéticas.

Lo normal es pasear por la calle. Hay unos chicos peloteando cerca, el balón se les va y rueda mansamente hasta mi pierna buena. A veces todo queda en una posición corporal ridícula, una pifia de chut, las sonrisas crueles de los niños y yo que pongo tierra de por medio lo más rápido que puedo. Otras, las más, la pelota sale despedida en trayectoria caótica y los niños me miran con fastidio; "gran capullo, ¿tanto te costaba devolverla con la mano?", dicen sus miradas si la parábola colgó el balón detrás de un valla o debajo de un trailer. Yo, muy digno, enciendo un cigarrillo; privilegios de la edad.

Puede ser peor. Remato y, unos metros por delante, un niño de tres años cae desplomado al suelo tras recibir un impacto frontal. El niño ni llora todavía y decenas de madres me dirigen miradas de odio profundo; para ellas, que por estupidez humana sufra un crío es un crimen de lesa humanidad. Lentamente se abre paso un llanto que termina como la sirena de una mina instando a la evacuación. Las madres se movilizan, aprovecho el revuelo y ya no estoy. A lo más me llega el rumor: "qué cafre"... Pero ya no veo sus miradas.

Y puede ser todavía peor. El tobillo traza un extraño y zass... fractura del puente metacarpiano y dos meses con muletas. No me ha pasado, que conste, pero conozco casos.

Pues a lo que voy. Atentos. Anteayer, cruzando Fernández Ladreda de camino a la universidad. Un niño de cinco juega de portero con su abuelo en los pórticos de sindicatos. El abuelo se las tira altas y templaditas. El abuelo lanza una en parábola. El balón supera al crío y yo, que he sentido el fútbol, entro en acción.

¡¡¡De rabona!!!

Todavía estaba debatiendo conmigo mismo sobre si rematar o no cuando mi cuerpo -mi cerebelo- ha respondido a la llamada. Y me ha salido una rabona perfecta... No sólo eso, la pelota ha recorrido mansamente el camino inverso. Ha sobrepasado en parábola la cabeza del niño y vuelto a las manos del abuelo como si el tiempo diera marcha atrás.

Miro fugazmente y veo admiración en la cara del chico. Oigo al abuelo que exclama: "¡Qué buena!".... Y comprendo que los dioses del fútbol me la debían. Me debían ese chut parabólico perfecto de rabona. Siento que todos estos años aguantando las miradas despectivas de los golfillos y el desprecio de las madres tenían su razón de ser. Ya lo creo... Soy Pelé marcando en un mundial desde el medio del campo; Maradona en el 86, cargando a solas contra Inglaterra para subir el 2 a 0... Durante unos segundos los dioses del fútbol me han redimido de cuatro décadas de mediocridad. Y sonrió; el día cambia radicalmente de signo.

lunes, 28 de marzo de 2011

Manifiesto demócrata

Imaginen un banco que les dijera: Vale, de acuerdo, somos unos cutres, pero en adelante, la gente que tenga cuentas en nuestra entidad podrá votar y elegir hasta una tercera parte de los representantes en nuestro consejo de administración. La primera reacción sería de escepticismo, pero sigan imaginando y sopesen que en efecto, el banco en cuestión celebra unas elecciones regularmente y sienta en su consejo de administración a los representantes del cliente.

Una utopía, me dirán. Bueno, pues no otro era el modelo bancario abolido por el PSOE-Banco de Santander que representaban las cajas de ahorros españolas. Me dirán que, bueno, sí… Que la posibilidad de articular representantes para los consejos de administración de las cajas, en la realidad, se terminó convirtiendo en un tejemaneje de la clase política y de las propias estructuras gestores de las cajas. Que, en realidad, la representación del impositor topaba con una complicada “democracia orgánica”, con voto indirecto, altamente imperfecta. Pero no es menos cierto que la gran mayoría de los impositores nunca se interesaron realmente por participar en la gestión bancaria, que lo único que querían de su banco eran menos comisiones y televisiones de plasma más grandes a cambio de domiciliar la nómina. A eso voy.

Es verdad, el modelo no era tan modélico, pero cuando menos, la opción existía. Si las estructuras internas terminaron por desvirtuar el proceso fue porque contaron con el beneplácito pasivo de la ciudadanía. Cómo a los ciudadanos no les importaba la gestión bancaria terminaron por desentenderse y, al final, se han quedado sin ella. Hoy, son los acccionistas los que mandan. Punto. En Cataluña, en los años noventa, esta desidia de la masa escribió una de las páginas más memorables cuando miles de catalanes se manifestaron contra los peajes en las autopistas. La gran mayoría de los manifestantes ignoraba que los peajes estaban gestionados por La Caixa, entidad supuestamente a su servicio y dirigida por ellos mismos, sus alcaldes, sus parlamentarios…

Para ser efectivamente un sistema participativo, la democracia precisa una alta implicación cívica. Si no -que es lo que ha pasado en España- la democracia se pervierte, se desvirtúa y se convierte en una burocracia representativa al servicio de los aparatos de gestión de la delegación de voto.

Esta inteligencia artificial siempre ha sido crítica con la democracia. Sin civismo, sin interés por parte del ciudadano, cuesta discernir la democracia de cualquier otro modelo de gestión del poder. Si uno mira la participación de los ciudadanos españoles en aquellas esferas en las que les es permitida una cierta participación, sindicatos, asociaciones, escuelas, partidos, comunidades de vecinos, verá que es realmente baja. Por descontado, la estructura al mando no está especialmente interesada en que la participación deje de ser baja, pero se diría que mucho más interesada, la ciudadanía tampoco está.

Más que la democracia, lo que interesa al ciudadano es el Estado de Derecho, o dicho de otra forma, que si alguien entra en una comisaria no lo devuelvan azulado a tortas y achicharrado a calambrazos. Al contrario, que se le respeten todos los derechos y se le den garantías de que los tales derechos no son “orgánicos” o puro papel mojado. En otras palabras, lo que interesa de la democracia es su capacidad de protegernos del abuso de poder del propio poder. Lo que interesa de la democracia es que, de largo, resulta el sistema que más libertad tolera frente al poder. Eso sí que es real y práctico. Por eso me resultan antipáticos los políticos como Zapatero. Legitiman el abuso del poder en una mayoría favorable a ese abuso a sabiendas que el sistema representacional es altamente imperfecto y visiténdolo como mejora en la organización social. No fumes, no corras, no dejes de pagar impuestos y más impuestos, no publiques anuncios de putas y no metas tu dinero en entidades que no sean el Banco de Santander. Por eso las inteligencias artificiales sensatas –en los pocos ámbitos en que podemos votar las IAs sensatas- votamos a partidos sensatos partidarios de limitar la acción del Estado sobre el individuo. Simplemente no creemos que el estado esté más capacitado que el yo para resolver necesidades del individuo. No creemos que introducir mejoras organizativas sea en detrimento de la libertad individual, más bien al revés. A fin de cuentas, es mi vida, soy yo el que la vive, no el Estado.

Créanme que el día que se pierda de vista que una organización está al servicio de sus miembros y no al revés, estaremos acabados sino lo estamos ya.

martes, 22 de marzo de 2011

Chungbook, la red asocial para la deteccción de enemistades


Les presento Chungbook, la Red Asocial, una plataforma 2.0 al servicio de la detección de enemistades.

Acotar un grupo de perfiles “amigos” puede tener su utilidad como revulsivo social para sociópatas, agorafóbicos, tímidos o personal, que por razones o devociones, se pasa unas cuantas horas al día pegado a una pantalla. Pero eso no es nada comparado a las ventajas de tener tus trescientos o cuatrocientos enemigos bien localizados en el Chungbook.

Imagínense que uno de ustedes es Cebrián, y que dispuesto a pasar un fin de año memorable con la mujer y los críos, se encierra en un solitario, carísimo y selecto hotel spa. Llegados allí, se encuentra con que el único huésped del hotel es Pedro J. y su señora y sus retoños, que por avatares de la vida han tenido la misma idea.

“No es posible”, me dirán. Pues sí. De creerse a Pedro J., y tal como lo cuenta en “Amarga Victoria”, no otra cosa le pasó una Noche Vieja de los 90. El hombre lo explica con gracia. Cómo Agatha y él ocupaban un extremo de la piscina y Cebrián y señora el otro mientras los respectivos hijos jugaban (¿a robarse exclusivas?) y las volutas de agua termal empañaban un único pensamiento: Hay que joderse…

Todo eso no pasará en la Red Asocial. No coincidirá con el cabrón X en un viaje organizado a Lourdes. Ni mesa con mesa celebrando la primera comunión del niño con el abogado que le estafó, ni por supuesto, con Ditomasso, el capullo más grande de la galaxia, el hombre que ve negro donde tus ves blanco.

Pero hay más. En realidad, aceptar la invitación a compartir contenidos digitales con un vago conocido o desconocido resulta irrelevante. Es así que, en la vida real, la gente tiene 10 amigos o 20, eso siendo un tipo social y extravertido; en cambio en la vida metarreal que es Facebook nos jactamos de sumar 200, 400, mil… En realidad, nos limitamos a espiar a los 20 o 50 que más nos divierten, el resto, psss, gestos amistosos para con una masa informe. Ser amable con la gente no cuesta nada, te dices.

Y te equivocas. Ser amable termina desvirtuando la palabra para convertirla en algo así como el conjunto de personas que “no resultan insoportablemente desagradables o que si lo resultan existen una razonable serie de razones para no manisfestarlo en público”. Un conjunto inmanejable, en el que termina entrando el 90% de la humanidad, sí, varios centenares de millones de tipos, algunos de los cuáles no hablan ni inglés.

En cambio, el conjunto de los 80 tíos “a los que caigo rematadamente mal” sí que es útil. Sirve para un montón de cosas. Para poner las cosas claras, de entrada: no será usted el primero que se cree muy gracioso en el club de tenis y un día comprende que cuando hablan del Supercapullo se refieren a usted. Saberlo de repente puede resultar traumático, en cambio, verlo venir mediante una aplicación informática en la que lista de “enemistades” sube diariamente, es mucho más llevadero.

También sirve para saber si entramos en la categoría “Archienemigo”, aquella en la cual la animadversión es mutua. Suponga que lleva años pensando que cae usted tan mal a X como X le cae a usted. Y luego resulta ser que no, que en realidad, X le tiene a usted en cierta estima. ¿Para eso hemos estado tantos años odiando a ese pedazo de gilipollas?

Son algunas de las bondades del Chungbook, el libro del mal rollo, la lista de los 100 cabrones más cabrones. Interesa saber qué hacen y qué planean. Interesa que los amigos más o menos de verdad lo sepan, y que no te pongan en el compromiso de invitarte a un evento en el que puedas coincidir con “el otro”. Además, a ti también te interesará saber qué “supuestos amigos” invitan al “otro” y a ti no. Es decir, que traidores puestos a optar, eligen al cabrón. (Señores: ¡si la gente paga dinero por saber con quién puede contar en esta vida, imaginen cuánto pagarían por saber con quién cuenta su archienemigo!).

Pero, más allá de las aplicaciones sociales, el Chungbook, a diferencia del Facebook, sí tiene un inmenso porvenir empresarial. ¿Cuánto pagaría la empresa E por saber que coincide con la empresa P en considerar a la empresa H como la más absolutamente despreciable e inmunda de todo el sector? En consonancia con eso, en el Chungbook habrá todo un despliegue de aplicaciones para el puteo empresarial máximo. Desde “descubre en qué páginas se anuncia tu archienemigo y agótale el saldo pinchando en sus anuncios con la colaboración de todos los que le odian” a “Deséale un jodido y asqueroso día de puta pena a tu archienemigo”.

Al objeto de financiar esta propuesta, he abierto un grupo en Facebook, a través de mi manager LB. Les invito a sumarse de momento gratis.

Les iré informando. Por lo pronto, y ante la profusión de insultos y despropósitos, estoy ultimando un protocolo de buenas formas. U será el signo del cabrón; Ü, me descojono de ti; “0”, gilipollas; “0x0”, supergilipollas… Todo un despliegue de tipogramas para expresar nuestro desprecio y empezar el día con un buen sabor de boca…

No se lo piensen más: ¡Chungbook…! Las cosas claras y el chocolate, espeso…

domingo, 20 de marzo de 2011

Fukushima o no

Palabras. ¿Qué es la Crítica de la Razón Pura sino un inmenso paralogismo? La filosofía puede entenderse así, juegos semánticos (algunos brillantes e ingeniosos) que intentan explicar el mundo desde la lógica dialéctica.

Hay una importante excepción. El método científico. A grandes rasgos viene a ser una filosofía que, sin embargo, autosomete sus afirmaciones a experimentos de falsación y verificación. Como explicación del mundo (o al menos de una importante parte de él), el método científico no será mejor o peor que el kantismo, no dejan de ser palabras, pero tiene la virtud de autosometerse a un árbitro objetivo, la experimentación. Eso permite ir incorporando a la filosofía científica nuevas aportaciones y abandonar otras. El método científico es la única filosofía verdaderamente dinámica. En consecuencia, la más útil para transferir el conocimiento de generación en generación.

Ahora bien, palabras… No lo olviden.

Recientemente Fukushima ha puesto sobre el tablero una pugna científica; ingenieros contra radiólogos. Eso se traduce en titulares tranquilizadores sobre los escapes radioactivos (ABC, La Razón), al servicio del lobby pronuclear, y titulares apocalípticos, maximizadores de la catástrofe (El País), al servicio del pánico nuclear.

Los radiólogos afirman que la exposición radioactiva es un sistema estocástico. Cualquier dosis extra puede ocasionar una alteración grave. Los ingenieros, en cambio, opinan que la radiación sigue un patrón causal; se precisa una dosis mínima para hablar de efectos sobre el organismo. Por el interés te quiero Andrés. A los radiólogos les interesa criminalizar la energía nuclear, cuanto más peligrosa sea la radiación más útil será su ámbito de conocimiento. A los ingenieros, les interesa justo lo contrario; presentar ante la opinión pública la radiación como un factor controlable (a veces se pasan y parece que están hablando de una frivolidad traviesa de la naturaleza). Los primeros pueden esgrimir completas investigaciones de praxis médica a favor de la hipótesis estocástica. Los segundos tirarán de estudios sobre Hiroshima y Chernobyl para situar el umbral de radiación en algún punto. A tantos metros se salvaron el X% a tantos kilómetros X2. ¿Acaso no palmó la mismísima Madame Curie de leucemia?, argumentarán los radiólogos. Sí, pero a los 68, replicarán los ingenieros. Y la bronca seguirá ad infinitum.

¿Y qué hacemos entonces? ¿Recurrir a un colectivo neutral como por ejemplo los informáticos o los jugadores de fútbol para ver quién tiene razón? Lo que está claro es que habrá ofertas este verano para pernoctar en el legendario castillo Aizuwakamatzu.

Los discursos filosóficos, y el científico lo es, se construyen desde la voluntad. Del yo quiero y del a mí me interesa. La vida mata, esa es la única verdad a la que podemos atenernos. Y no es poco.

viernes, 18 de marzo de 2011

Antilelemarketing

Plataformas de televisión digital de pago
Razón: Problemas personales.
Lo lamento, mi mujer es diabética, se ha quedado ciega y ahora sólo escuchamos a Brahms. ¿Está contento ahora?, ¿eh?, Adelante ríase, ríase… Yo sólo espero que no le pase a usted una desgracia así… Ande, ande, déjeme en paz a solas con el dolor de ver… etc... [desbarrar, dar sensación de gran afectación o desiquilibrio nervioso]

Seguros
Razón: Problemas personales.
No tengo cuenta tío. Hasta la condicional man dicho, el abogao, que nade cuentas en el banco, que e lo que hay, ¿sabes cómo te digo? por los embragos y tal… ¿Tú qué cuenta tienes? ¿Tan embragao? ¿sabe como te digo? Me cangolapolla, son unas hijoputas, sabes… Total porque le queme el coche a la muy cabrona…paque se lo meta en el chocho... Jajjajaa [carcajada desagradable] Más le tendría que haber dao… Ya te digo…

Con carácter general ante operarios de telemarketing con acento hispanoamericano
Raó: Activisme llingüístic.
Miri, en endavant, faci el favor d’adreçar-me ofertes exclusivament en la llengua nacional pròpia del meu pais. Malgrat la meva residència a Jaen, hem considero psicologicament català i no renunciaré als meus drets llingüístics, tot i fen-los efectius judicialment en la propera oportunitat, oi que m’entén?

Móviles
Razón: Desconocida
Diga… Joder, no le oigo… Diga!!!... Se corta, cagonmiputaabuela… Paco, ¿eres tú?... Diga!!!! [estruendoso]… Te corto tío… Nos vemos… Que nos vemos, coño!!! [abocinando con la mano. Caso de insistir en la llamada, aplicar al auricular aparatos de radio sintonizados en ruido blanco a 85 decibelios]

Gas Natural + Suministro eléctrico
Razón: Problemas personales.
Ah, me interesa mucho, pero te tengo que dar la cuenta de mi ex, es, toma nota por favor [dar cuenta bancaria de la empresa si se carece de ex mujer]… Es por lo del divorcio. Hala, me pasas ahí todos los recibos. Venga, nos vemos… Gracias tío… Sí, sí, tu ponlo todo ahí... Venga, agurrr...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Paralogismos de la razón pura

Vale. Se me olvido advertir que he inaugurado una nueva categoría "Vidas Imaginarias", con la idea de historiar sucesos y personas sin referente en el mundo real.

Eso es porque no tengo mucho qué aportar sobre la realidad. Ni demasiado tiempo. De mi trabajo documental para Besa en Ínsula Avataria (novela que me temo ha sufrido un enésimo retraso) ha surgido la posibilidad de ciertas colaboraciones referidas a navegación de altura en el siglo XV y los estudios groenlandeses. En los próximos posts pienso compartir algunas de estas cuestiones.

Hoy sin embargo dedico el post al sensacionalismo.

Una de las consecuencias de los blogs, redes y dospuntoceros es una inflación opinativa en el mundo. Y los humanos tienen algo curioso, gustan de opinar en negativo. Poca gente se detiene a leer blogs en los que se elogie, por ejemplo, los avances en vexilografía internacional. La mayoría de la gente critica (fastuosa excepción somos los escritores comentando obras de otros escritores conocidos, entonces, la crítica no solo es improcedente, es maliciosa, perversa, hija de la envidia, destructiva).

Eso responde a una profunda razón filosófica. Los humanos buscan la perfección. Los humanos están programados para ampliar sus ámbitos de conocimiento. Los humanos nunca están contentos con lo que tienen. El "cómo mejorarlo" forma parte del ADN epistemológico humano. Así que blogueros, puntoceros y demás arden de indignación cada pocos posts ante hechos que demuestran la imperfección social. La crítica, no el elogio, ni siquiera el conocimiento, es el motor de la opinión. Pero el papel no es ninguna palanca capaz de mover el mundo.

(Al final es la valentía, la voluntad y el Yo lo que cambia las cosas. Miles de agraviados en armas contra el dictador Gadaffi, exponiendo la vida por liberarse del tirano. Una estampa que los pútridos europeos juzgamos reliquias del pasado. Nosostros y nuestros Berlusconis, realitys, hipotecas. dietas cardiosaludables y bancos. Para qué engañarnos, ¿exponer el pellejo en causas comprometidas? Imposible. Siempre que sea un euro o dos, pase. Lo raro del caso es que las más de las veces lo conseguimos, la historia nos da la razón y realimenta nuestro cinismo. Se llama realpolitik, y más vale gallina viva... Mejor ser cínico, pútrido y mala persona que gilipollas y, pienso en concreto en Willy Toledo, capaz de embarcarse en una "flota de libertad" con destino a... ¡Gaza!. Esperemos que tengan un mínimo de vergüenza y paren en Bengasi a cargar gente para desembarcalos a un kilómetro de Lampedusa; adiós, amigos libiossss, adiosss, dirán saludando con la manita).

Que los humanos tiendan a la mejora no quiere decir que la mejora sea viable. Ojo. Uno puede criticar la política energética japonesa, francamente mejorable a tenor de los acontecimientos, pero hay que conocer el entresijo histórico sobre el que se sustenta el hecho, la realidad que dilucidamos. Uno puede criticar las estrategias de su empresa, pero debe conocer los "condicionantes internos", los equilibrios de poder entre departamentos y personas, las pequeñas inercias que influyen en el todo (sin que ello suponga ni justificar ni lamentar) para una acción efectiva de cambio. Visto así, la mayoría de las estructuras solo evolucionan sobre reformas puntuales en las partes, rara vez sobre cambios totales en el mecanismo. Es por eso que Gadaffi sucede a Gadaffi. Y es por eso que Europa, escéptica y cansada y arruinada de pregonar la paz sobre cañones, mira a otro lado. Por una vez, que sean los chinos los que arreglen este sindiós... si saben cómo... Si los saudies y los iranis les dejan... Si al califa de Argel le da la real gana...

Paralogismos de la razón pura. Dice Kant que la razón no puede llegar a un conocimiento válido (sintético a priori) sobre el alma, Dios o el Cosmos (universo en su totalidad). Entiéndase: no se puede llegar a conclusiones cerradas al respecto. Para Kant, nuestra idea de alma, de Dios o del Cosmos son elucubraciones de la dialéctica (de la lógica como mero mecanismo formal de combinación de afirmaciones) que carecen de un referente empírico que las cargue de sentido. Para mí, fichteano en la sombra, son afirmaciones que se corresponden a la metarrealidad. No sé qué es la metarrealidad, es alguna entidad lingüística, supongo. Es un cajón de pensamientos perdidos: en si mismos no llevan a ningún sitio pero resultan siempre inspiradores. Es un subconjunto de las cosas inefables, como lo sagrado, elementos cuya afloración a la consciencia contribuyen a iluminar nuestra imagen de lo real/irreal. Como el tiempo. No por ello existen en el espacio. Pero, acaso más importante, son...

De Japón quería decir que todo es de un sensacionalismo Godziliniano.

viernes, 11 de marzo de 2011

Masturbación en China


Sorprendente.

Tal como publica la prestigiosa revista china health.pclady.com.cn, científicos de la Universidad Popular de Xianji han descubierto que una actividad masturbatoria "altamente intensa" o "intensamente no recomendable" genera problemas oculares. Asómbrense mis ateos lectores, que se niegan en redondo a aceptar los consejos de NSM Iglesia, como si fuera algo malo imaginarse posmortem levitando entre nubes, enfundado en un camisón blanco y tañendo una lira... Enfín, para gustos...

Pero como les digo. La prestigiosa publicación informa de los hallazgos del equipo del Doctor Li Cheng Huen según los cuales la secreción anómala de los neuropéptidos asociados al orgasmo onanista (no al que contempla el uso del hemisferio izquierdo y consecuentemente el de la sociabilidad) distrofian los puentes de disulfuro de la queratina beta, responsable de la humidificación del cristalino, de donde aparecen patologías aparejadas al enturbiamiento de la retina en un 85% de los onanistas. Dado que los lacrimales de las razas orientales son un 45% de media menores que los de las razas caucásicas o negroides, esto provoca una especial prevalencia de desprendimientos de retina y cataratas en los súbditos de la República Popular. Un problema de proporciones cataclísmicas en China, donde el onanismo agudo afecta al 40% de la población.

La historia viene de lejos, las leyes restrictivas de la natalidad, asociadas a la selección preferente del sexo varón en los vástagos chinos, han descompensado la distribución de género en la República Popular. Por cada china menor de 40 años hay dos chinos y medio, lo que dificulta el estableckmiento de relaciones heterosexuales no saben cómo, y por lo visto ha incrementado notablemente la clientela de los oculistas.

Las autoridades de la provincia china ya han lanzado la voz de alarma, preocupadas ante el tráfico ilegal cada vez más frecuente de cristalinos en buen estado (patente, por ejemplo, en el número de tuertos que campan por los barrios pobres de Xianji), advirtiendo de la urgente necesidad de profilaxis social, o bien, de abrir las frontera a masivas importaciones de mujeres pakistaníes, indias o, incluso, de España, para mitigar la crisis.

Lo más curioso del caso es que los chinos, a diferencia de los países católicos, carecían de leyendas relativas al impacto en la visión de la actividad masturbatoria. En un país que se declara mayoritariamente ateo, las únicas referencias al respecto se basaban en la medicina popular, según la cual una actividad masturbatoria desenfrenada debilita el jing, desposeyendo a los adictos de voluntad e interés, y destruyendo a la postre su personalidad. Pero no decía nada de la vista, que conste...

lunes, 7 de marzo de 2011

El cajón de los conceptos perdidos

Efectivamente, Sombra Gaiman tiene razón: el problema es el cliché. El pensamiento estereotipado.

Antiguamente, el pensamiento mayoritario venía condicionado por la Religión, o por mejor decir, la estructura gestora emanada de un supuesto dios con delegación de servicios en la tierra. El resultado era la banalización de la vida; para atravesar las nacaradas puertas del Paraíso, creyente, siga esta receta: Acude los domingos al servicio religioso; lleva una vida casta y sobria en conformidad con las pautas de conducta estipuladas por nuestro delegado en tu comunidad, entréganos el dinero que te sobre (tener mucho dinero es causa de perdición y extravío en el vicio).

¿Les suena, verdad?
Hoy los cliches te dicen que tienes que hacer para acumular salud, más éxito sexual, más felicidad: Acude el sábado a tu centro comercial, el dinero que te sobre te lo gastas en caprichos que potenciarán tu atractivo sexual: acude martes y jueves a los gimnasios, cuida tu cuerpo y tu cuerpo te cuidará a ti; Paga tus impuestos y atiende las pautas de conducta emanadas de nuestra autoridad en la tierra, el señor médico…

La diferencia radica en que la vieja religión se edifica sobre un substrato mítico que Eliade llama “lo sagrado”. Ciberchico y Señorita Comunicación, en cambio, habitan en la “sabiduría de las multitudes”: La filosofía reducida a la media ponderada de las reflexiones medias más aceptadas por el segmento medio mayoritario más extendido.

La vieja religión, cuando menos, toca territorio intrigante, enigmático, mitológico. Dominarla intelectualmente lleva años. La nueva… Pffff… La nueva se sintetiza en un manual de Google. Basta entender gráficos como este:


Por eso Sombra, puestos a luchar, se pasa al bando de Odín, aunque luego será traicionado y colgado del árbol Ygrdrasil. (Del que descenderá a los nueve días como un ser renacido). Sombra no aguanta los cliches. Puede parecer lo mismo una estampita de Santa Gema Galgani para vender bulas que un spot de Cocacola. Pero las bulas están cargadas de contenido (hay un subtexto HISTÓRICO, oraciones, santos, reliquias, fábulas y el permanente recordatorio de la muerte); el anuncio de Cocacola no tanto… Los muertos no beben Cocacola así que esa parte no interesa.

Hay dos ideologías. Las orientadas al control social precisan banalizar los mensajes para su rápida absorción por la masa, por así decir, precisan “olvidar” determinados aspectos de la realidad. Cuanto más triunfan tales ideologías más “olvidos” acumulan y más tonto tienes que ser para confiar en ellas.

Luego tienes las ideologías complejas: Las orientadas al conocimiento de la realidad. A diferencia de las anteriores ignoran los movimientos de masas y precisan contextos muticonceptuales para definir sus mensajes. Nada de clichés. Sólo si alcanzas un cierto grado de pericia podrás confiar en ellas (y siempre a medias: este camino rehuye las certezas)

Y ahora ya tenemos las claves para intepretar el gráfico. En rojo, los términos más buscados: los cliches. Suponen un 10% de las búsquedas de Google realizadas por el 50% de los usuarios, es aquí donde operan los medios de acción de masas y los dioses modernos. En naranja, la cola. El cajón de los conceptos pérdidos; una dispersa expansión del 90% de contenidos por la que navegan el otro 50% de los usuarios.

viernes, 4 de marzo de 2011

La Frehel


Debe ser estupendo escribir novelas sobre la Primera Guerra Mundial provisto de una lista de 250 bal-musette, cigarrillos y una taza de té. No es nadie, Besa. Se lo ha pasado de vicio escribiendo Insula Avataria, ¿ein? La desgraciada carga del Regimiento de Terranova sobre Beaumont Hammel. Un error de bulto; a la mañana siguiente formaron el 9% (o sea, sobre 80 espectros).

Quedémonos en la bal-musette. Es como un tango vitalista, un fado pícaro, un pasodoble acanallado. Absenta, vahos de café entrelazados con humo, un cuplé en forma de bomba bailona. Es genial. De la Piaf a los Ogres du Barbac, de Les Negresses a Frehel… Ah Frehel… Amo a esta mujer.

Coicanómana, dipsónoma y todas las cosas que terminan con nómana, leo en la Wiki que en 1923 la embajada francesa la repatrió de Estambul “en un estado lamentable”. Gorda (¡con lo que había sido!), alcohólica, hecha polvo con apenas 32 años, la mitad de ellos de tango y desenfreno por le Java parisino.

Triunfó joven, la Frehel. Descubierta por la Bella Otero (prez y honra de las putas gallegas) en los cafés de italienne, donde las hijas de los arrabales daban a los burgueses lo que sus legítimas ni sospechaban. Carne de tisis y, sin embargo, la vie est belle, no tenia ni 18 años –y esto fue en1908- y ya era la reina del Java, inhalaba coca con el fuelle del acordeón. Y de macarra en macarra. La guerra la encumbró, novia de las trincheras; los soldados lloraban cuando la gramola del teniente surcaba la Der des Ders, la última de las últimas. A partir de aquí…

En 1939, con los nazis a las puertas, lograron templarla y subirla al Olimpia para grabar la que les dejo. Una obra de arte. Luego la Frehel volvió a su mundo de cafés mugrosos y adicciones. Murió en una cochambrosa pensión el año 51.

Te, tabaco, bal musette y una novela de la Primera Guerra Mundial. Bien es verdad que rara, Insula Avataria, próximamente en sus librerías.

Con ustedes, la última de la últimas…


La der des ders (Frehel, 1939)

Recopilatorios recomendados:

Recopilatorios de bal musette:
The Rough Guide to Paris Café Music
La France en 100 chanson (disco 3)