jueves, 26 de abril de 2012

Del bien cagar

En el día de hoy solventaremos una de las más aberrantes carencias de Vida Sexual de una Inteligencia Artificial, a saber, la ausencia de una sección (etiqueta) consagrada a la escatología.
Curiosamente la acepción lo mismo se refiere a la ciencia de los excrementos como a la vida más allá de la muerte. Al parecer, según la Wiki, hay una doble etimología. Del griego "skátos", excremento; también del griego, "ésjatos", último.

El muñidor de nombres científicos estuvo en esa ocasión tan desafortunado como los equipos españoles en la Champions. Una mierda de trabajo, vaya. ¿Cómo puede ser lo mismo el arte del bien cagar que la especulación sobre la vida futura?
En esta sección trataremos ambas acepciones de esta arcana ciencia, aunque por cuestiones de SEO mantendremos la etiqueta "purgatorio" apartada de este barrizal semántico.

Hoy vamos a hablar de escatología y publicidad, pues juzgo muy útil al publicitario disponer de un espacio al que recurrir en orden de encontrar eufemismos a las poco mediáticas expresiones populares tal que "hacer caca" o directamente, "cagar".
Esta lista queda abierta a la colaboración de cualquier creativo profesional/aficionado o en el paro. Basta aportar un eufemismo, tras un somero análisis y atendiendo a su afinidad y buen gusto,  la iremos añadiendo. De momento presentan candidatura las expresiones:

  • desflorar el vientre
  • verter aguas mayores
  • hacer de cuerpo
  • laxar
  • aliviar el esfínter
  • evacuar la flora 
  • eyectar (excrementos, heces, el bolo alimentíceo, etc...)
  • evacuar (idem)
  • excretar (excrementos... ¿qué si no?)
  • plantar el pino
  • aflojar las tripas
  • satisfacer necesidades corporales
  • regular el tránsito intestinal
  • Id tirando que ahora os alcanzo (normalmente en plena excursión campestre)


Quisiera llamar la atención sobre esta última expresión, "regular el tránsito intestinal". Elegante, limpia (dentro de lo que son estas cosas), eficaz... Un 10 sin paliativos para el creador de esta inmejorable expresión, probablemente, un humilde "copy" al servicio de algún fabricante de yogures de mediados los 90. O algún gastronterólogo con vocación de urbanista.

También quisiera homenajear desde aquí al padrino de la expresión "episodio diarreico", eufemismo ideado para soslayar... este... hmm... espasmo intestinal caracterizable como la fulminante deyección de... Bueno... "episodio diarreico" creo que queda claro. En su honor, sirva esta página como soporte publicitario a los laboratorios Mercks. Como colofón, en cambio, prefiero este homenaje musical de los Specials a la más escatológica banda jamás formada:
¡¡Skatalites!!

domingo, 22 de abril de 2012

Chivo Expiatorio



Chivo expiatorio, cordero sacrificial. La expresión es perfecta. Cuando el malestar social entra en una espiral de degradación, cuando una sociedad no sabe salir del atolladero… Entonces alguien (los sacerdotes, la masa anónima, el rey…) empieza a construir un estado de opinión para conjurar la desesperanza a partir del sacrificio del “otro”.

Tradicionalmente  “el enemigo exterior” ha servido de chivo expiatorio. “Nuestros problemas tienen un culpable”… habitualmente el país vecino o la potencia imperial del momento. Llegado un punto la presión sobre el rey para “que hiciera algo” resultaba insoportable. Se declaraban así guerras y contenciosos. Curiosamente, durante el XIX, la guerra aglutinaba a la población. La sociedad entera se ponía al servicio de una idea –la destrucción del otro-. No importaban entonces los recortes, los retrocesos en los derechos individuales… Como en una ordalia, el país atravesaba el ritual catártico para resurgir.

La globalización, la guerra moderna basada en la destrucción de recursos y en la socialización del terror, el orden internacional… Demos gracias al Señor de que hoy el enemigo exterior es bastante inalcanzable.

Queda el enemigo interior. El chivo expiatorio por antonomasia. Tras la Primera Guerra Mundial, la debacle económica que se cebó en los países de la Triple Alianza condujo a la Mitteleuropa a una situación imposible. El malestar social encontró en la minoría judía su víctima propiciatoria. Los judíos –decían los abundantes voceros del antisionismo, tan potente en Francia, Alemania, Polonia, Rusia…- controlan la economía mundial, viven entre nosotros pero para lo que les interesa se siente alemanes, para los que les interesa ciudadanos del mundo y, ante todo, articulan una minoría transnacional con vocación dominadora.

Los judíos eran perversos, inmorales, ateos, antipatriotas… Vale, tal vez habría uno o dos decentes y dignos (como los miles de soldados judío-alemanes muertos en el frente), pero incluso estas excepciones no podían oponerse a las inercias internas de la gran familia internacional judía. Había que erradicarlos a todos. Expulsarlos, arrebatarles el capital, las tierras, las propiedades. Aplastarlos.

Los judíos fueron un chivo expiatorio perfecto. Pero el problema seguía latente. El país, Mitteleruopa, seguía dirigido por una oligarquía militar-económica prusiana apegada a los viejos valores, la guerra, la expansión como solución a los problemas económicos. Así que hubo una nueva guerra. Más cruel, más sangrienta…

El malestar social en España tiene varios candidatos a “chivo expiatorio”. El “mercado”, los “inmigrantes”,  “los políticos”, “Al Qaida”, “las autonomías”, “los corruptos”, “los liberales”. No obstante, es “el mercado” el chivo expiatorio perfecto.

Pongamos rostro a “los mercados”.  Es difícil, es cierto que existen bufetes de abogados, gestores de inversión, ricachones, jeques y magnates en la cima de este sistema depredador. Pero no hay que olvidar que los principales fondos de inversión del mundo son del tipo plataforma de ahorradores escandinavos, seis o siete dirigentes chinos que administran el espectacular superávit de la República Popular. Millones de yanquis y sus ahorros para la universidad de los hijos, para la pensión, para la salud… Y al final, tanto para el padre de familia de Milwauke como para el jeque, la mecánica es la misma: Invierto en función de la relación “riesgo-beneficio”. Cuanto mayor es el riego, mayor beneficio a corto.

La realidad es otra. La realidad es que los estados europeos renunciaron en su día a la inflación como mecanismo de inyección de capital. Desde entonces, la emisión de nueva moneda está sujeta a un complejísimo consenso entre la Europa rica y la Europa pobre. Y resulta que los intereses de unos y otros son, hoy por hoy, contradictorios.

De acuerdo. Busquemos, entre tanto ese consenso llega, chivos expiatorios. Pero busquemos bien. Hay prácticas financieras suicidas. Hay inmigrantes que delinquen. Hay políticos corruptos. Busquemos proporcionalidades. No es moral que, mientras pensionistas dedican parte de sus ingresos a un gasto sanitario extra o los jóvenes se ven obligados a pedir préstamos para completar su formación, existan diputados provinciales, concejales, elites político-funcionariales que sigan percibiendo asombrosos emolumentos. Por favor, fijemos un techo salarial para los sueldos públicos ya. A sabiendas que con eso no arreglaremos los problemas de fondo pero, al menos, no caeremos en los viejos vicios inculpatorios.

jueves, 12 de abril de 2012

Cómo debería ser la clasificación de la liga española

No es mejor el que más tiene sino el que consigue más con menos. Como todo el mundo sabe, la primera división del fútbol español es un burdo paripé. Una carrera entre dos Porsches, cuatro Renaults y dieciséis furgonetas de gama entre media y baja. No me dirán que no es ridículo. Presupuesto del Real Madrid: 488 millones de euros. Presupuesto del Rayo Vallecano: 12 millones de euros. Presupuesto declarado del Barcelona para la presente campaña:  461 millones. Presupuesto medio de los clubs para la presente campaña: 99 millones.


Ya saben que esta Inteligencia Artificial no es precisamente Fermat; muy al contrario, soy bien capaz de soltar sin rubor expresiones del tipo “tiene un ángulo de visión de 365 grados” o “el factor de los productos no altera el orden”. De donde he solicitado auxilio a Pedro Terán para elaborar la VERDADERA CLASIFICACIÓN de la Liga Profesional de Fútbol.  Se han ponderado los puntos obtenidos al término de la jornada 36 con los presupuestos (reconocidos y publicados) por los clubs. Conociendo los puntos y el presupuesto se ha obtenido la regresión, es decir,  la tendencia de una medición extrema a presentarse más cercana a la media en una segunda medición. Dicho de otra forma, en el eje de las X se ubican los clubs por puntos y en el de la Y por presupuesto; se traza una recta entre los dos resultados más extremos y se mide el % de desviación de cada club respecto a esa recta.


Los resultados son esclarecedores.  Ruego un fenomenal aplauso para los dos mejores equipos en lo que va de temporada, el Levante y el Osasuna. Los equipos del gran Juanlu y del rompedor ariete navarro Raúl García están, respectivamente, un 26% y un 16% por encima de lo que les correspondería. El Rayo Vallecano es un fijo para la Champions, en tanto Espanyol y Valencia mantienen una dura pugna por la cuarta plaza. El Real Madrid, a 0,9% ocupa una inane undécima posición, sin opciones ni para la Europa League, en tanto el Barcelona, por debajo de la media, es décimoquinto. Los de Guardiola no corren riesgo de descender porque Villareal (-25%), Santander (-33%), Zaragoza (-44%) y Gijón (-46%) están desarrollando una temporada nefasta de la muerte. En otras palabras, el gigantesco contraste presupuestario de Barça y Madrid respecto a su “rivales” es determinante del  todo para "sobredimensionar" su posición en la tabla. Es un pena porque si excluimos a estos dos clubs tramposos el resto se mueve en un margen apretadísimo, lo que garantiza la emoción hasta el final de la temporada. En efecto, excluidos Barça y Madrid, vemos que el presupuesto “pesa” como mucho un 23% en la situación de cada club. Si Zaragoza, Gijón y Racing están como están, no es por dinero. Otros, incluso con bastante menos presupuesto, están muy por encima. Lo que habla a las claras del mérito deportivo de nuestros dos gigantes, Osasuna y Levante.


Hemos remitido un correo urgente con estos datos a la LFP para proceder a la inmediata descalificación del Barça y del Madrid y para sustituir el obsoleto sistema de puntos por el más ecuánime de porcentaje de desviación respecto a la regresión. Lamento informar que no ha habido respuesta.
Villarato...
Si estás a favor de un inmediato cambio en el sistema de puntuación de la Liga, por favor, pincha aquí.

¡No al fraude del Barça-Madrid! ¡Sí al juego limpio basado en la regresión a la media!
Atmt. Vida Sexual de una Inteligencia Artficial. (CC)

viernes, 6 de abril de 2012

Viaje al Purgatorio de Ramon de Perellós (Final)

Tiempo para la moraleja de esta insólita historia. Pienso que el Viaje al Purgatorio del Vizconde Ramon de Perellós ilustra excepcionalmente la problemática equiparación entre narración y ficción de aquellos hombres de la baja edad media. Europeos, si se me permite la expresión, “pre-literarios”. Perellós y sus lectores no tenían la categoría “ficción” tan arraigada como nosotros la tenemos. No.

Para ellos, escuchar relatos prodigiosos y a la vez coherentes formaba parte del proceso de comprensión de un mundo ininteligible sin el concurso de deidades, santos, leyendas y portentos. ¿Cómo explicar la piedra imán sin considerar que el hierro está dotado de un aliento vital que le impulsa a absorber los trozos de su propia esencia? ¿Cómo racionalizar imposibles curaciones ante tal reliquia sin aceptar la naturaleza sagrada de la tal reliquia? ¿Cómo no dar crédito a la existencia de monstruos marinos ante la portentosa visión de una ballena franca saltando en pleno Atlántico?... Claro, para nosotros, ciudadanos del XXI, criados en un barroquismo informativo susceptible de aportarnos a golpe de clic imágenes, estudios, análisis y fichas de la composición química de todo, es enormemente sencillo (o debería) discriminar un relato coherente objetivo de otro coherente pero irreal servido por la fantasía de un autor.  Pero entiendo que la categoría “ficción” no podía en modo alguno funcionar igual para aquellas gentes de la baja edad media. Para ellos, una leyenda con santos de por medio no podía ser tildada sin más de descabellada. Para ellos, el testimonio de un reputado viajero, heraldo de papas y reyes, no podía ser sin más clasificado como “burda mentira”. No digamos ya cuando ese relato se llevaba a las páginas de un libro y coincidía exactamente con testimonios parecidos.

Y no. No es una cuestión de ingenuidad. Insisto, para mí es una cuestión de categorías. Aquellas gentes del siglo XIV tenían serios problemas a la hora de etiquetar como “ficción” la historia de Calixto y Melibea, o la del Dante viajero a los infiernos. Sería necesaria (entre otras) la aparición de un nuevo género, la novela de caballerías, la mitificación hecha narrativa de las gestas medievales, para estructurar el concepto ficción tal como hoy lo entendemos.

Me pregunto, para terminar, cómo serán y en qué terminarán las categorías mentales en formación de la cultura actual. Pienso que el conocimiento -la cultura- es un proceso interminable, refinado de continuo por nuevas categorías que no somos capaces más que de atisbar. Nuevas conceptualizaciones que imponemos a la realidad para reformularla y que a su vez realimentan nuestra imagen del mundo. Me pregunto quiénes son los seres fronterizos del presente, seres que como Perellós ayer y posiblemente sin ser conscientes de ello, diseñan las claves filosóficas del futuro.

Enlace a la serie dedicada a las aventuras del vizconde 

lunes, 2 de abril de 2012

Viaje al purgatorio de Ramón de Perellós (y 8)


Teoría plausible
Reconozco que hasta leer a Froissart nada terminaba de encajar; mi imaginación fantaseaba con diez teorías, a cual más insatisfactoria. Ahora, conociendo el testimonio del tal Guillaume, la teoría de Riquer me parece la única coherente.

Según esto, Perellós y Courcey acceden a la cueva, donde se enfrentan a un calor sofocante. No olvidemos a Saltrey, y cómo se relaciona la palabra “purgatorio” con los sótanos en los que a modo de sauna los antiguos irlandeses sudaban la gota gorda. Agobiados por el calor y en la penumbra, sometidos durante las horas anteriores a -imagino- fatigosas ceremonias penitenciales, lo normal es caer en la mayor somnolencia.

Ahora bien, imagine el lector del siglo XXI que se ve obligado a sestear en el rincón más peligroso del planeta, pongamos un arrabal de Kandahar o en la cárcel de Tijuana, por ejemplo. No quiero ni pensar qué descontrol de miedos y fobias se encadenarían en la fase REM de tan arriesgada siesta. Para Perellós y Courcey, el equivalente a un talibán o un cruel narco no podía ser otro que Pero Botero y sus infernales legiones. Ese Pero Botero de cuya maldad han escuchado historias a diario. Me resulta impensable que Courcey y Perellós no soñaran aquella noche con el maligno; me resulta impensable que su fantasía no ardiera en imágenes espantosas, de suerte que a la mañana, ambos por fuerza han de reconocer haber registrado visiones escatológicas. Unas visiones que ni la mentalidad más abierta de la época dudaría en imputar a causas sobrenaturales y prodigiosas.

Ahora bien, Perellós tiene un plan. Con independencia de las visiones nocturnas ¡él no ha viajado hasta tan lejos para volver a Aviñón con una onírica historia de terror! El vizconde ha entrado en la cueva para dar fe de la presencia en el purgatorio del mismísimo rey de Aragón. Hasta estoy por jurar que nuestro vizconde ha soñado con el rey, que entre sus visiones se han deslizado fantasías autoinducidas. Así que hará coincidir “ce” por “be” su relato con la historia del caballero Owen. De modo y manera que cuando presente su testimonio en las cortes de Europa, su relato se ajuste a la información previa que los oyentes tienen del tema. Y es en este contexto que cobra verosimilitud el encuentro con el rey.

Si estructuramos el argumento tenemos:
i- Perellós ha viajado hasta Irlanda y penetrado en la cueva de San Patricio, universalmente considerada boca del purgatorio.
ii- Perellós testimonia idénticos detalles de todos aquellos que han estado allí antes.
iii- Perellós afirma haber encontrado purgando penas a una sobrina de cuya muerte nada sabía y al rey de Aragón.
Conclusión: Perellós puede mentirnos pero su relato está cargado de lógica, coincide con la información disponible; que viera al rey allí puede ser un detalle de cosecha propia… ¿pero por qué tomarse la molestia de recrear un contexto tan complejo?... En definitiva, el testimonio de Perellós había de resultar para el coetáneo plenamente coherente y persuasivo.

Enlace a la serie dedicada a las aventuras del vizconde