martes, 8 de mayo de 2012

Una historia rumana


En 1940 Gheorghiu-Dej, presidente del Partido Comunista Rumano, es internado en un campo de confinamiento. Conoce allí a un joven comunista, Nicolae Ceausescu, que se convierte en su hombre de confianza. En 1947, cuando los comunistas toman el poder, Nicolae es el secretario personal del viejo. Es el hombre clave. A la muerte del viejo, en 1967, Nicolae se erige en secretario general y "conducatur".

Mientras la Securitate se emplea a fondo el interior del país, el “conducatur” teatraliza operaciones de desmarque del poder soviético que le valen el aplauso de occidente. Su hijo, Nicu, protagoniza sonados safaris por el Africa descolonizada, a la vez que abandera “una tercera vía”. En Bucarest miles de obreros edifican el Palacio del Pueblo, el segundo edificio más grande del mundo.

Nicu, en los buenos tiempos
En una década, el clan Ceausescu consolidará una de las cleptocracias más espectaculares de la historia. En 1970, Elena Petrescu, la “conducatora”, se doctora en Química. Elena no tiene ni dos años de carrera y el presidente del tribunal, el químico más prestigioso del país, abandona la sala disconforme con la sorprendente petición de la doctoranda de “no admitir preguntas”. Ni qué decir tiene que un futuro escaso y nada halagüeño espera al químico más prestigioso del país, el Doctor Dragulescu. En adelante, Elena devendrá “cofirmante” de toda investigación sobre química orgánica producida por su país.

Sin embargo, es Nicu la diana del mal rollo popular. Para los rumanos, Nicu representa lo peor de la dictadura. Habitual de los casinos donde dilapida fortunas, borracho, golfo, cazador y play boy… En el Bucarest de los 70 no hay chiste ni anécdota zafia (contada entre susurros, eso sí) que no le tenga por protagonista. Se cuenta que defenestró por el balcón a una joven que se resistía a sus encantos. Monta carreras de Ferraris por las calles de Sibiu con su amigo de parrandas, Uday Hussein.  Dicen que una noche, borracho para variar, Nicu se plantó en el zoo de Bucarest dispuesto a abatir leones.

En los 70 Rumanía está empeñada hasta las cejas en un fallido proceso modernizador, a lo que hay que sumar los gastos del clan y sus megalómanos proyectos. El resultado es que para mantener el apenas valor del lieu (la moneda nacional) la cosecha de cereales, los cárnicos, las patatas y frutas son exportados masivamente. La gente pasa hambre. Los pocos bistecs se reservan a jerarcas  del PCR, a Nadia Comaneci y a las élites de Polonia, Rusia y DDR que veranean a orillas del Mar Negro y se aplican risibles tratamientos rejuvenecedores de la Doctora Asland. De hecho (continúa el chiste), Nicu no pudo abatir felinos aquella noche... ¿Ah no? No, y no fue por el tuica -prosigue el gitano parlanchín, mientras echa un vistazo atrás, no sea que aparezca algún chivato de la Securitate-... Ya no había leones... ¿Lo entiendes? ¡Los leones se habían muerto de hambre! Jajaja...

Nicu, en el banquillo
El 9 de noviembre de 1989 cae el muro de Berlín. El 17 de diciembre se levanta la ciudad de Timisoara. Días de caos, revueltas,  valentía y ajustes de cuentas. Un juicio sumarísimo y Ceausescu y señora son ejecutados de forma tan infame como merecida en el cuartel de Targoviste. El “conducatur” muere entonando La Internacional.

Nadie da un duro por Nicu.
Sin embargo, en 1990, cuando el retoño de los Ceausescu comparece ante un tribunal, nadie le reconoce. El antaño orondo play boy es un ser escuálido, consumido por la hepatitis y el alcohol. Imposible reconocer en él al crápula internacional que se codeaba con Nastasse y las princesas Grimaldi. En su defensa, Nicu se declara rehén de la Securitate, alega (y logra probar) continuados esfuerzos por aliviar del hambre a sus administrados de Sibiu. Nadie sabe cómo, Nicu pasa de una petición de 20 años de trena a 16, para quedar en 6 por su participación en la represión de las revueltas  del 89. A los tres de trullo es liberado. Morirá de cirrosis en 1996, con 46 años.

Pero la historia no es como la cuentan. Pavel, el tabernero de Baia Luna, y su amigo Dimitru el gitano lo saben bien. Para todo lo demás, les recomiendo "El Día que la Virgen llegó a la Luna", de Rolf Bauerdick, una alucinante mirada a la historia contemporánea de este extraño y sufrido país. Rumanía.

10 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

"El “conducatur” muere entonando La Internacional."

Se me escapaba este entrañable dato en la última hora del sátrapa. Bastaría esta anécdota para rebajar ese himno a la categoría de música coqueteante con la desgracia y la infamia.

¿No le llama la atención, admirado Sr. IA que la mayoría de los puticluses españoles estén nutridos por pobres rumanas o vecinas de ideología de ese "extraño país?

Cuando el comunismo, el socialismo y el ateísmo relativizante toma las riendas de un país, éste, está abocado a la depravación.

Último discurso del padre de Nicu

José Manuel Guerrero C. dijo...

Bien, le he dado un tiempo prudente para que usted escuchase y disfrutara como es debido del último discurso de Chauchua.

¿No le recuerda vagamente las palmas y y la concienciada algarabía enlatada que anima al conducatur socialisté a las risas enlatadas y los ánimos que recibe de su público pagado el Gran Wayoming en sus programas?.

Hay algo sumamente palpable que une a esos dos payasos en una sola alma.

Sr. IA dijo...

No sé Bate. La correlación es entre misería y prostitución, y no entre ideología y prostitución. Tras la Guerra Civil Española, había tal miseria que el católico regimen de Franco no tuvo sino que legalizar la prostitución (no era el mismo fenómeno que hoy, pero seguía siendo uno de los estados más degradantes). Se calculaba en cientos de miles las mujeres españolas que se prostituían básicamente por miseria. Hay que decir que sobran ejemplos (cientos de miles también) de abnegadas mujeres que supieron sacar adelante a sus familias de manera más honesta. A nadie le gusta sacar el tema pero en la pequeña delincuencia rumana (mendicidad, prostitución, drogas y cobre) hay un claro componente étnico. Clanes gitanos (bastante religiosos, por cierto, al menos formalmente).

Por otro lado, la publicidad atea en los países comunistas no consiguió ni mucho menos erradicar el peso de la iglesia (ortodoxa, católica, incluso protestante). Paradójicamente, es en las sociedades de consumo de la europa occidental donde más terreno ha ganado el ateismo.

Wyoming es un humorista. Yo no meto con los humoristas. Su humor se articula en los clichés más grotescamente progresistas que concebirse pueda. Pero es que lo grotesco es inherente al humor.

Sí pasa que en la sociedad banal que nos toca vivir son gente como Wyoming la que genera opinión (especialmente entre universitarios, bachilleres y las capas más ignorantes de nuestra sociedad). Eso me recuerda que hay que hacer ya un post relativo a la cantidad de chorradas vertidas sobre el coste de la iglesia católica en España. Es una monstruosa intoxicación. Según datos que publicaré en breve, la cifra de fondos asignada a la iglesia es = 0. Pues me niego a aceptar que fondos asignados voluntariamente por el contribuyente tengan el carácter de "dinero público". No, es mi dinero, tú dinero. Luego hay que hablar del IBI, del pago de profesores de religión y otras tantas y tantas falacias que gente como Wyoming fija en el ideario colectivo de (insisto) bachilleres, universitarios y las capas más culturalmente adocenadas de nuestro país. Saludos. Y perdone la extensión.

Sr. IA dijo...

Mucas gracias por concederme un "tiempos pruedente", Bate... :)

José Manuel Guerrero C. dijo...

Yo si creo que a mayor corrupción moral, política, social y cultural en un país, mayor números de putas en éste. Mayor número de abortos en éste. Esto no quita para aceptar que en la España de Franco y por supuesto, en la actual, también hay y hubo putas. La prostitución siempre estará ahí. Ahora bien, la miseria no es coartada para que una mujer se prostituya o aborte.
Si la miseria es un acicate para cometer aberraciones debemos asumir que la yihad islámica tiene un pozo de legitimidad. O que los palestinos, debido a su miseria secular odien y atenten contra los judíos.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Perdone, Sr. IA, por salirme del tema.
Ya sabe usted como es el menda.

Sr. IA dijo...

Tiene usted carta blanca Bate, ya lo sabe.
Pienso que la corrupción moral, la social, la política... llevan inevitablemente al empobrecimiento y a la miseria.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Tiene usted más salidas que la M-30.
Estamos de acuerdo, la corrupción moral, la social, la política... llevan inevitablemente al empobrecimiento y a la miseria.

Pero, me sigue mosqueando esta frase suya que no me ha dejado conciliar esta tarde la siesta: "La correlación es entre miseria y prostitución, y no entre ideología y prostitución".

Y lo que es peor de todo, le doy vueltas y vueltas al asunto -"la correlación es..."- y no sé plantear, definir ni rematar la idea que me golpea la cabeza.

¿Ha leído usted "Una mujer en Berlín"? Le recomiendo encarecidamente que la lea. De obligada lectura. El libro/diario describe en primera persona por una mujer real que padeció el escarnio de las tropas del ejercito Rojo, las violaciones que sufrieron las alemanas por parte del ejército soviético. Ya el primer día de la ocupación la escritora es violada: "huele a aguardiente y a caballo... entonces, el que está encima de mi deja caer lentamente en mi boca la saliva acumulada en su boca".

Sin embargo, la escritora pronto llega a la conclusión de que es mejor tener buenos aliados en el ejército de ocupación y procura hacerse la protegida de oficiales rusos ya que, además, ella habla ligeramente ruso, lo que le salva de muchas situaciones. El siguiente paso, acabar prostituyéndose para salvar la vida.

No es lo mismo, creo, prostituirse para salvar la vida amenazada, que prostituirse para ganar pasta insaciablemente (no entro en mafias, proxenetas, etc,Ese es otro tema. Hablo del libre albedrío) y no tener que currar duramente.



PD: Aún no sé que es lo que me mueve -e ir contra corriente- para meterme en estos berenjenales.



Un abrazo

José Manuel Guerrero C. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sr. IA dijo...

No lo sé Bate. Seguro que hay putas pq ven en ello una vida fácil. También te digo que hay que ejercen a fin de mes para parar un deshaucio. Y las hay directamente esclavizadas. Es claro que a mayor degradacion moral, menos escrúpulos. También es claro que hay putas pq hay puteros.