jueves, 29 de noviembre de 2012

Un Chien Andaluz, Claustrofobia


Ni sol ni luna, trabajo en una mina…

Escuchen, Escuchen… Directamente rescatados de 1989... Les ruego que activen el link antes de proseguir. Se encontrarán con los Lamentos Mineros...

Debo lo poco que sé de Claustrofobia al Poeta Loco y a su amigo el Avatar Cabeza de Conejo. Como saben, este par son mis dealers analógicos.


Cuentan que los vieron en una oscura sala, en una oscura ciudad, allá por 1989. Para entonces, Pedro Burruezo y María José Peña  habían reconducido su proyecto musical, Claustrofobia, hacia un camino sin retorno. Atrás quedaban los tiempos del afterpunk. Lo que oyeron aquel día mis dealers les dejó tocados para siempre. Una impresionante mezcla de pop, rai, guitarras flamencas, poesía…

Un Chien Andaluz, editado por Nuevos Medios en 1989, disco considerado en su día el mejor LP del año por RN3, es una joya desde el primer microsurco al último, es la obra de músicos en estado de gracia.
Por supuesto, nadie en 1989 entendió nada. El malditismo iba de serie con Claustrofobia. Aún hoy este memorable grupo apenas deja rastros en internet, su web, ubicada (parece ser) en un dominio checo, está baneada y no se deja linkar. En You Tube he encontrado La Nana del Amor Amargo, tremenda canción también.

Grabado en Bellcaire d’Urgell, Un Chien Andaluz no solo merece figurar en la categoría de los 50 mejores Lps del pop español posteriores a Dioptria, sino que podría estar en la categoría de los 10 mejores de todos los tiempos. Para mí lo está.

Poco más puedo decirles. Soy un rendido admirador de este disco. Apenas hay más datos en el mundo digital y este archivo (localizado en un blog unionista)  es la única cata disponible de los Lamentos Mineros. Supongo a Pedro Burruezo como uno de esos músicos geniales náufrago en las periferias del todo. Actualmente está al frente de la Bohemia Camerata; ignoro si conserva el inmenso talento que se desprende de este disco.  El talento a menudo se consume con el amargor de testimoniar el éxito de lo mediocre, de lo superficial, de lo pésimo. Espero que no sea el caso, pero lo cierto es que algunos de los más grandes músicos pop españoles (El Zurdo, el propio Burruezo) han sido devorados por la ordinariez de unos tiempos zafios hasta lo implacable.

Dedico este post a Bate.  En una diatriba anterior, muy educadamente, eso sí, me volvió a encomiar a un grupo de islandeses por los cuales profesa una fervorosa y ardiente y justificada admiración.  Un Chien Andaluz, de Claustrofobia, da cuenta del dicho aquel (probablemente falso y que tanto gusta a los verdaderos conservadores): todo lo que no es tradición es plagio. Les animo a descubrirlos. Les dejo con la Nana del Amor Amargo.


sábado, 24 de noviembre de 2012

La democracia secuestrada



Así pues, en este momento y en este país, una política autónoma de los intereses de los bancos (que son los que realmente están imponiendo el tempo económico) pasa ineludiblemente por adelgazar el estado y optimizar recursos.

Ahora bien, en tiempos de crisis, no parece lo más sensato ni cocer a impuestos a las clases medias, ni reducir las estructuras de apoyo a los más pobres, mermándoles la calidad de la sanidad, la formación, las pensiones…

Se podría (teóricamente se podría) combatir el fraude fiscal. Se podrían habilitar políticas de inducción al consumo. Pero sobre todo se podría atajar por lo sano dispendios públicos sin pies ni cabeza.

Digámoslo claro. Hoy, las comunidades autónomas controlan más de un millar de empresas de capital público al exclusivo fin de sortear la burocracia que ellas mismas han generado. Empresas de gestión de recursos territoriales, control de calidad, organización de eventos, externalización, gestión de espacios públicos… La lista es alucinante y tiene su correlato en otras tantas gestionadas desde la administración local. La inmensa mayoría de estas empresas no sirven para otra cosa que para politizar determinados campos de la función pública e instaurar unas redes clientelares. Más claro: colocar a amigos y parientes, dotar de suculentos retiros a personal político que se ha ido quedando por el camino, dar viabilidad económica a las aparatocracias de los partidos.

Es un escándalo.

A la vez, en la administración pública se paga (cuando se paga) a sus proveedores por encima de la realidad del mercado. A la vez, el salario medio en la administración pública se sitúa en una media de mil euros por encima que en la empresa privada (para no ser demagógicos en este punto, habría que señalar que estas descompensaciones tienen mucho que ver con el sobrepago a las cúpulas político—funcionariales).

¿Por qué no adelgazar por ahí?
Porque eso supondría desmantelar las partitocracias.

Imaginen a Oriol Pujol llamando al consejero delegado de Gestió de Espais i Congressos del Gironès. Supongamos que el CEO en cuestión es un tal Miquel. 50 años. Fue cabeza de lista por CDC en unas municipales. Luego fontanero y desde ahí terminó como CEO de Espais i Congressos, con 66.000 de sueldo bruto al año, que Miquel redondea con otros 10.000 que le sopla a la Universidad de Girona por participar en un par de jornadas (Miquel es buen amigo del Vicerrector de Extensión Educativa). Miquel tiene dos hijos, una hipoteca y una mujer con trabajo a media jornada como administrativa en la empresa de la mujer de su asesor legal en Espais i Congressos.

Hola Miquel —dice Oriol—, estás despedido.
Hola Oriol. ¿Y qué hago yo ahora?
Tú sabrás.

Oriol sabe que estas decisiones solo se pueden adoptar ocasionalmente. Un desmantelamiento general de las empresas públicas y que afecte a centenares de militantes incardinados en el aparato político, redundaría rápidamente en la elaboración de listas alternativas al oficialismo avaladas por los descontentos. El partido probablemente se resquebrajaría. Eso por no hablar de que son los Miquel y sus donaciones porcentuales de sueldos (además de otras cosas de las que no se puede hablar) los que financian al partido. Los que llenan los auditorios cuando hay elecciones. Lo que agitan las banderitas para que Oriol se luzca. Los que obedientemente ponen en circulación las consignas.

Lo mismo pasará si Oriol decide poner a dieta a los cargos públicos, y apelando a esa patria que él dice amar tanto, les diga: hasta que no dejemos los números rojos, cobraréis 1.800 euros máximo de la cosa pública. A tíos que se están llevando 3.000, 4.000, 6.000 euros al mes no les puedes hacer eso impunemente.

Es por esa razón que somos esclavos de los bancos. El Estado no sabe adelgazar. El ciudadano no está apuntando correctamente su indignación. Los políticos corajudos, los que podrían desarrollar la operación “Catarsis”, o no existen o hace años que fueron depurados y sustituidos por Miquels y Oriols.

Siempre es el factor humano, siempre.

Vivimos pues en un nuevo feudalismo. Las clases medias y bajas están dominadas por una nobleza político—funcionarial que lo único que no puede hacer es depurarse a sí misma. Eso nos lleva a la dependencia extrema del poder bancario internacional hasta que no generemos excedentes económicos. Eso nos conduce inexorablemente a hipotecar nuestra condición de ciudadanos libres. Eso fomenta ideas alienantes como los independentismos o radicalismos, que a modo de catalizadores aceleran el proceso de putrefacción del todo. Puede ser la muerte de la democracia en el Sur de Europa.

Perdonen que les estropee el día. Esto es lo que hay.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Hay que pagar por Bankia?


Voy a explicar lo qué pasó en Bankia. Voy a explicar, o más bien voy a elevar preguntas relativas a porqué una sociedad arruinada, sin trabajo, en la miseria, se ve en el brete de salir en socorro 19.000 millones de socorro de una entidad bancaria, chapuceramente dirigida e impunemente saqueada.

Esto es Bankia. Un banco intervenido por el Estado por una descabellada gestión.

La respuesta estándar a mis preguntas, la que ofrecerán los historiadores dentro de tres siglos es: “en dicho periodo, las oligarquías políticoadministrativas estaban dominadas por chorizos que se libraron a un impune saqueo de lo público en el propio beneficio”. Este es, también, el análisis que hacen las gentes de izquierdas.

Pero, siendo el análisis cierto, es una tontería superficial. Válido para un profesor universitario español sin mayor cultura,  válido para toda esta gente que vomita su indignación en la calle creyendo que patalear sirve a otros fines que desgastarse las suelas, pero en absoluto suficiente para usted o para mí, querido lector, tecnovanguardia que somos del siglo XXII, desdichadas élites metafísicas en proceso de lumpenproletarización.

Como tecnovangurdia del siglo XXII, como desdichada élite metafísica en proceso de lumpenproletarización, sirven de poco análisis como “ganaron las blancas porque el rey negro estaba mal colocado”… Es de una superficialidad tautológica (otro día se lo explico, pero tiene que ver con que el choricismo es inherente al ADN general y español en particular). Así que les propongo otra cosa.
Vamos a ver hasta qué punto es cierta la versión oficial, y vamos a ver cuál es el contexto de fondo sobre el que se perpetra el rescate de Bankia. Dejaremos en suspenso alternativas o soluciones.

La versión oficial, la cacareada por Mariano Rajoy y adláteres viene a decir. “No podemos dejar que el sistema financiero español caiga”.  Esto es tan superficial como la respuesta estándar. Hay otra versión, algo menos liviana según la cual “necesitamos un sistema financiero sólido, que pueda inyectar capital en el sector privado y dinamizar a las empresas”. Esto pobre también merece al menos una explicación.

Si Bankia, 230.000 millones en activos financieros, hace crack, el Banco de España garantizará unos depósitos de hasta 100.000 euros a través del FGDB. Básicamente, cuentas corrientes, fondos de inversión, que importan 155.000 millones.

Llegados aquí hay dos teorías. Una que el Estado es incapaz de cubrir ese agujero. Y es verdad. Bankia no tiene fondos para soportar que, de un día para otro, los impositores se amontonen en las ventanillas de la Castellana y procedan a retirar sus respectivos 100.000. Pero otra teoría nos dirá que ni Bankia ni nadie puede soportar una cancelación masiva de sus cuentas. Más parece que en un proceso de nacionalización “normal”, un banco público se queda en custodia de esos depósitos y el mensaje al cliente, por tanto, es de tranquilidad. “Sí, ya sé que usted ha sido despellejado, pero ¿dónde mejor estarán sus ahorros que con nosotros?” Se inicia entonces un proceso de reendoso de activos hasta el saneamiento del banco y en dos o tres años lo que quede de él puede salir a bolsa o venderse a otro banco. Bien hecho, el Estado no pierde.

Este último punto viene avalado, por ejemplo, por la nacionalización del Royal Bank of Scotland, con 126.000 millones en depósito garantizados que obligó a un rescate de 55.000 millones de euros en 2009. Naturalmente, no se puede comparar la situación en 2009 y la actual, eso también es verdad.

¿Pero qué otra cosa pasa si realmente se nacionaliza un banco? 
ATENTOS: Pasa quue dejan de cobrar los financieros de ese banco. Es decir, los que le prestaron pasta a espuertas para escriturar hipotecas y hacer el loco. Y esta es la clave del asunto.

Me parece que, siendo un gran problema, habilitar recursos para garantizar los FGDB de Bankia no es en realidad el problema. El problema es ese lobby bancario que ha prestado miles de millones a Bankia se quedaría sin cobrar. ESE ES EL TEMA.

Bueno, que se queden sin cobrar, ¿a mí qué? ¿Por qué, siendo sus beneficios privados sus pérdidas han de ser socializadas?, es la respuesta primaria. Y la justa. Y la moral. Pero las cosas, en este valle de lágrimas, querido integrante de la élite metafísica del siglo XXII en claro proceso de lumpenproletarización, son todo menos justas y morales.

Cómo ustedes saben, Rajoy no tiene dinero para pagar a los pensionistas, parados, funcionarios y mantener el elevado tren de vida y tanto y tanto deslpilfarro de la cosa pública. Así que cada mes sale al mercado a colocar deuda… Y esto no se lo imaginan ustedes… ¿pero a qué no saben quién le compra esa deuda y evita que se ponga al 10, al 12%?... Lo adivinaron… De donde el sistema es algo así como, tú controla que no caiga Bankia, que yo ya controlo que no caigás tú.

Podríamos hablar de una solución, por ejemplo, adelgazar el Estado, y no vive Dios por la mano de seguir asfixiando a los más pobres y a los autónomos… Pero eso, o por mejor decir porque no pasa eso, lo contaremos en otra estremecedora y lúcida crónica de este su servidor, el Sr. IA, para lectores como ustedes, tecnovanguardia del siglo XII, élites metafísicas en claro proceso de lumpenproletarización… La leche en bote, vamos… Guapos como soles…

PD. Por cierto, si son ustedes tan zoquetes de considerar que lo aquí dicho incide de algún modo en la necesidad de no empurar a los gestores de Bankia... Por favor, no vuelvan más por este blog... Está claro que no son ustedes élite metafísica ni tecnovanguardia de nada... Simplemente, usted no está preparado para Vida Sexual de una Inteligencia Artificial. No se desanime, hay otros blogs más fáciles y más de su gusto.. Pueden probar suerte como profesores universitarios... ¿Por cierto, el relativo del titular con acento?

martes, 6 de noviembre de 2012

Máquina y fantasma



Antiguamente, un teólogo puesto en el brete de opinar sobre la Controversia de Auxiliis, llamaba a su memoria y zas, empezaba a verter latinajos. No hará tanto, a cualquier niño le preguntabas por el descubrimiento de América y largaba, 1492. El teólogo antiguo y el niño no tan remoto acumulaban el dato en su memoria.

Pero hoy tenemos la Wikipedia, internet, una memoria expandida vete tú a saber dónde pero que funciona de otra manera. Se entra en Google, se teclea “descubrimiento de América” y se obtiene que corría el 12 de octubre de 1492, dos horas pasadas de la medianoche cuando*…

Hasta cierto punto, y solo hasta cierto punto (no vayamos a soltar más punsetadas de las necesarias), cabría decir que la memoria humana ya no precisa acumular datos, sino “meta datos”, o índices (que no es lo mismo, o sí), o más claramente, instrucciones del tipo “cómo encontrar el dato X en Y”. ¡Eso es! Hemos mutado de acumuladores de datos a acumuladores de matrices del tipo “encontrar X en Y”… De modo muy parecido a un lenguaje de programación php; por un lado tienes la base de datos por otro el reservorio informativo contra el que actúan las matrices del tipo  “encontrar X en Y”.

¿Mejor? ¿Peor? Supongo que inevitable consecuencia del crecimiento exponencial de la información inherente a nuestra superviviencia. Buscamos atajos de gestión. Optimizamos nuestra memoria para llegar a más sitios.   Nuestro campo cognitivo permite ahora arreglar codos de un fregadero, generar un plugg para Wordpress, desarrollar una labor parlamentaria, y/o atinar con la instrucción “contornear” del Photoshop. Sí. Pero el que mucho abarca poco aprieta.

Somos menos autosuficientes. Somos más mentecolmena, dependientes de una larga cadena de agentes compiladores y de una tecnología de filtrado. Somos menos originales. Somos más eficientes, menos dados a los errores. Más reacios también a  desconfiar de la información (“lo dice la Wiki”, “lo he leído en El País”, como diciendo, no es que lo sepa yo, es que lo sabe la autoridad competente en la materia).

Somos más espíritu. En en el sentido que nuestro conocimiento no es ahora la mera combinación de unas bases químicas que, debidamente estimuladas, recuperan asociaciones neuronales. Es la combinación de esas bases químicas interactuando con un reservorio informativo situado fuera del cuerpo.Somos intangibles.

Y si antes el lenguaje refería a “conjuntos de datos de memoria sobre la percepción R”, ahora lo que yo manejo son datos digitalizados, fuera de mí.  Mi Yo, por tanto, ha perdido corporalidad y se desparrama entre granjas de servidores de la compañía Google. Poco a poco, nos convertimos en fantasmas de la máquina.

*Dos horas después de la medianoche (¿), a cargo de Rodrigo de Triana, en realidad Rodrigo Pérez, de Lepe, aunque fuera por ser avistamiento nocturno, y en consecuencia inseguro, sea por las razones que fueran, la cosa es que Colón no se avino a pagar al lepero la recompensa estipulada, si no que .muy propio del almirante- se la embolsó imputándose el avistamiento, que para algo era el baranda y el otro un pobre andaluz -que diría Duran Lleida-.Y es triste y gracioso a la vez, pero así empezamos los españoles en América, con chanchullos.