domingo, 24 de febrero de 2013

Pensamiento Primate



Jane Godall, la perspicaz primatóloga, explicaba esta mañana en la radio que, al atardecer, los chimpancés se relajan, miran al horizonte y piensan. Dijo Godall que le encantaría saber en qué piensan los chimpancés. Literalmente dijo: cambiaría 10 años de mi vida por estar cinco minutos en la cabeza de un chimpancé en esos momentos.

Hay varias hipótesis. Por ejemplo, que dispongan de un lenguaje propio, un conato de sistema operativo que les permita enlazar asociaciones espontáneas.  Otra, que me gusta más, es la del pensamiento no deliberado, prelingüístico. Esencialmente, un chimpancé piensa como un niño de dos años (eso sí, con más memoria). Reconoce objetos o situaciones (papá, comer, jugar, a la cama…) y está dotado de un inicial comprensión ostensiva (para qué sirve “papá”, en qué contexto utilizamos la palabra “jugar”, qué consecuencias inmediatas entraña la orden “a la cama”, etc…)

El chimpancé observa la puesta de sol sobre un bosque. Lo que ve se configura como objetos mentales, “Bosque”, “Río”, etc… De manera espontánea los objetos mentales se asocian, bosque nos lleva a fruta, fruta a comer, comer dispara en la memoria de la imagen de unos determinados árboles que ayer presentaban una fruta muy suculenta… Nuestro chimpancé es perfectamente capaz de hacer planes (se ha probado en los típicos experimentos de enseñar a un chimpancé a comunicarse con iconos). De la asociación árbol+fruta puede surgir algo así  como un plan, algo así como “Chita quiere esa fruta dentro cuando la luz vuelva y la selva no sea tan peligrosa”.
Pero es un monólogo interior basado en la asociación espontánea de estas imágenes.

¿Qué se requeriría, además de un lenguaje complejo, para que el chimpancé estuviera en condiciones de desarrollar pensamiento complejo.
Al niño de dos años un intenso proceso de socialización le va enseñando a manejar categorías, a agrupar asociaciones, a integrarlas en el marco de una gramática para que de una premisa se sigan unas consecuencias. De algún modo, al niño se le enseña a focalizar sus pensamientos, a dirigirlos, a romper con la cadena espontánea.
El pensamiento humano es muy parecido al del chimpancé. Incluso cuando un humano escribe un discurso, por debajo, su actividad cerebral sigue consignando procesos paralelos de pensamiento espontáneo incontrolados. Pero el humano sabe discriminar, “reducir el volumen” de esa voz interior caótica y primar una línea de pensamiento “principal”. El humano es capaz de dirigir sus pensamientos. De concentrarse. De trascender el “ruido mental” y focalizar su voluntad en dirigir un único hilo de pensamiento.

El proceso de aprendizaje pienso que debe consistir exactamente en eso; nutrir al niño de las herramientas que le permitan generar un superyo, una voz lógica o central, que se sobrepone al pensamiento caótico y permite, por tanto, concentrar el pensamiento sobre objetos de pensamiento deliberados.

Se ha discutido con pasión si generar herramientas, del tipo palito para extraer hormigas, denota esta capacidad tan humana de dirigir el pensamiento humano hacia un fin. No sabría qué decirles. La cuestión estriba en que los chimpancés no parecen capaces de, por si solos, inventar ese palito; deben aprender la técnica de la observación. Reciben un adiestramientos. Al respecto, es importante señalar que hurgar en un hormiguero con un palo es una conducta específica de determinadas comunidades de chimpancés, no de todas ni mucho menos, de donde se ha colegido que sin un modelo a  imitar el chimpancé no es capaz de inventar esa herramienta. Por otro lado, en el típico experimento del simio que amontona cajas para llegar al plátano, sí que se observan fases de estudio previo, el simio se concentra en las cajas y urde un plan!.
La cuestión no cambia. Hubo en algún tiempo y lugar un chimpancé que (al menos) por procesos de asociación espontánea llegó a la “ocurrencia” de que con un palo podría ayudarse a extraer hormigas.  Probablemente, ese hito le llevó a manejar una nueva categoría instrumental: utilizar prolongaciones del brazo para acceder a objetos que de otro modo le quedaban vedados.

La diferencia con el humano estaría pues en que en el proceso de socialización al humano se le inyectan los elementos lingüísticos necesarios para fabricar un cúmulo de categorías (instrumentales, temporales, finalísticas).

¿Puede una máquina hacer lo mismo sin aprendizaje?

jueves, 21 de febrero de 2013

Lujuria Zombi



Diario de la pandemia. Día 482

—Pues no está buena ni nada, la zombi… ¿Seguro que funciona?
—No puede fallar… Si ellos lo hacen… Luego te esperas un rato y se vuelve humana… Lo dice la ciencia…
—No sé yo…
—Solo quedamos nosotros dos… Así están las cosas: o hacemos algo o nos volvemos maricones…

Intercambiaron miradas de escepticismo y luego se concentraron, lujuriosos, en la zombi. Tenía aire de guarra.

—Vale, lo probamos. Tú la distraes y yo le pego el bocao. ¿Fijo que lo dice la ciencia?
—Fijo…



OBSERVACIONES: Encargo alimentíceo del Sr. IA para el avatar Cabeza de Conejo. Recopilando "micros" ya publicados en e-zines y demás. Lujuria Zombi se publicó originalmente en abril de 2011 en Literatura Prospectiva.

lunes, 18 de febrero de 2013

La hora de la sacerdotisa



La crisis del sistema bancario inducida o motivada o derivada de la burbuja inmobiliaria, el desmoronamiento de un estado cuyos ingresos no alcanzan a pagar el 60% de sus gastos. Los 14 millones de trabajadores tampoco cotizan lo bastante como para garantizar la pitanza de otros 14 millones de pensionistas, 5 de parados, dos de funcionarios... Por más que suben los impuestos, por más que vivimos devorados por las tasas.  La consecuente dependencia de la deuda pública en un país sin moneda, sin bancos, sin medios… Crisis secesionista en Cataluña. Radical distanciamiento de la ciudadanía respecto a sus clases dirigentes. Paro al 25%. Contestación social a los recortes. Crisis institucional de las partitocracias. De la judicatura. De la jefatura del Estado y de nuestros deportistas, yonkis de EPO. Corrupción desaforada.  La sensación de hundimiento es general;  la perspectiva de futuro, escasa. Azaziel, que lo sabe, sabe también que este es el escenario perfecto para restaurar el viejo sacrificio expiatorio.

Recordemos brevemente la doctrina.

Abrumados por el malestar social el pueblo elegido escogía al azar una cabra. Depositaban en ella sus pecados y la entregaban al diablo a Azazel. Nótese que este sacrificio ritual tiene una impecable utilidad social. Veamos.

En primer lugar la cabra no era sacrificada de cualquier modo. La cabra era abandonada en el desierto previa lapidación colectiva del caprínido. El ritual, contenía unas altas dosis de violencia catártica, pues ciertamente, acabar a palos y pedradas con un animal resulta sorprendentemente desestresante y permite canalizar la mala enquina hacia un fin inocuo (la cabra no tiene herederos, no deja huérfanos, o no el tipo de huérfanos que no puedan degustarse en una amical caldereta).

 En segundo lugar, el sacrificio “limpiaba” la negra consciencia del populacho. En la cabra se depositaba la culpa que pudiera pertocar al vulgo. Esto posibilitaba el clímax final, el “reset”. Apedreada, cargada con las culpas y abandonada a los chacales, la cabra permitía renovar el viejo pacto. Los ancianos se ungían la cabeza con ceniza y expresaban su voto: En adelante, el pueblo elegido no se desviará del camino de Yavhé.

Con independencia de los indudables méritos, Ada Colau tiene toda la madera para devenir Sacerdotisa del Culto del Nuevo Chivo Expiatorio. Inasequible al humor, fanática incorruptible, incapaz de cuestionar ni durante un nanosegundo su rol de ser la elegida de Yavhé para reconducir al vulgacho a la buena senda…

Ella es el futuro. Ella o un juez engominado, un periodista dicharachero o cualquier avispado que sepa hacerse con las riendas del culto.  ¿Será este el destino que nos aguarda? No está mal que traiga aquí a colación el testimonio del “político del pueblo”, el señor Revilla, expresidente de Cantabria. Hace poco recordaba el hombre que sí, que mucho lamento y queja pero sus paisanos cántabros eligieron a Bárcenas como senador más votado durante dos legislaturas consecutivas. Nadie sabía quién era Bárcenas (un oscuro tecnócrata del PP mandado desde Génova de cunero a la remota demarcación santanderina, en la que nunca residió, ni se le vio ni pisó –lo que no le privaba de cobrar un plus senatorial bajo la indiferencia general de sus votantes-), el proceso de elección era totalmente abierto, nada de listas cerradas, recuerden que el Senado es una elección modélicamente abierta. Lo que no evitó que a las siguientes elecciones Bárcenas fuera nuevamente el senador más votado.

Da igual. Importa el chivo expiatorio, el reset.  El rito nos ha de permitir pasar página. Y si en lugar de a un chivo ponemos a un malévolo, mejor que mejor, una mierda menos. Cinco, Veinte... mejor. Los que sean...

Dies Irae.

Pero yo quiero hablarles de Azazel, el diablo al que sacrificábamos la cabra. Azazel era el general de los grigori. Prefecto de los ángeles caídos. En el destierro él y los suyos no dudaron en copular con las mujeres humanas y de esta coyunda antinatural de orden vicioso nacieron los nephelim, los gigantes. Esta nueva raza no formaba parte de los planes del Creador. Corrompieron al hombre con las armas y a la mujer con los cosméticos y la coquetería lasciva. Ante semejante desmadre, Yavhé no pudo sino decretar el “reset” diluvial. Guareció a la familia de Noé en una arca de 14.500 tonelas, 135 metros de elora, por 22,5 de manga y 13 de altura. Luego abrió las cataratas celestiales y ahogó en un tsunami planetario a aquella estirpe de pervertidos.

En el zamorano pueblo de Manganeses de la Polvorosa y desde tiempos inmemoriales, llegada la festividad de San Vicente Mártir, los quintos subían una cabra al campanario de la iglesia. La lanzaban al vacío. Según los quintos se hicieron más sibaritas dejó de gustarles el sabor a chivo reventado, de manera que tensaban una lona para evitar que la fina carne del cabrito se malograra con las hemorragias derivadas del politraumatismo. El espectáculo no gustaba a los zafios enemigos de las sacrosantas tradiciones astures, que lograron erradicar esta  tradición en 2002. Desde entonces Azaziel  se manifiesta en los sueños del  alcalde, reclama sus  once cabras. Las que le lanzan ahora los quintos son de trapo. Ya no sangran. No hay expiación sin sangre. Azaziel vaga rencoroso por los páramos.

Soñé que Ada Colau trepaba al campanario de Manganeses. Con una frialdad digna de Belmonte se encaramaba sobre la cornisa de la torre y se erguía mayestática. Luego se desnudaba. Nos enseñaba lo senos blancos y el sexo negro. Sonreía dulcemente y saltaba. Mientras caía oí que ella nos decía: beeeeeeee….


sábado, 9 de febrero de 2013

Metafísica Deluxe


- Barriendo... La tendencia de share apunta al 28… Estamos a medio punto del techo..

Jorge Javier se ajustó el pinganillo… ¿Había oído bien? ¿Un share previsto del 28 y subiendo? No pudo reprimir una sonrisa feroz; la próxima semana no se hablaría de otra cosa… ¡Qué gran idea apostar por aquel viejito loco con ojos de chivo!

- De acuerdo... Vamos a petarlo. Entra con la pregunta final…

Jorge Javier marcó el gesto de continuidad y en realización fijaron el plano sobre el polígrafo. Los arpegios de suspense se adueñaron de la mitad de la banda.

- Doctor Epiménides, a la pregunta de si era usted un mentiroso usted dijo…
- Sí

Triunfal, Jorge Javier barrió con la mirada la tribuna de invitados.

- ¿Y el polígrafo dice?...

miércoles, 6 de febrero de 2013

Indeterminación de la economía



Hay dos Españas. Una desconoce los abrigos, vive a orillas del mar entre suaves y soleados inviernos. De vez en cuando entra fresco, humedad, y se enciende una estufa antigua. Alguien vuelve del ropero con chaquetas de lana y entre vahos de naftalina. Para la otra España, la factura del gasóleo o del gas no es cosa de broma. Si al exterior la temperatura se clava en 0 grados, mantener templada una casa de 300 metros cúbicos es cosa de unos 2.000 euros al año en gasóleo. Poca gente se instala a ver la tele en mangas de camisa.

Pero eso está cambiando a la velocidad de la luz. Si comparamos el poder calórico de los combustibles vemos que un kilo de madera (0,15 centimos) produce una energía  equivalente a unos 200 minutos de iluminación de una bombilla de 100 watios frente a los 420 minutos del gasóleo (0,98 céntimos). O sea, que con 0,40 centimos en leña calientas lo mismo (sobre 0,50 si usamos pelets) que con su equivalente en gasóleo. Total, los 2.000 euros quedan en menos de mil.

Conclusión, está siendo el invierno de las estufas de madera, de pelet, de biomasa. En los pueblos, en las zonas periurbanas donde impera el adosado y las familias no suelen tener problemas de acumulación, el aroma a leña ha vuelto a las calles. Es un cambio imparable,  inducido no por ninguna filosofía ecologista sino  por la mera inercia de la oferta y la demanda. En muchas urbanizaciones la pregunta de moda es ¿conoces algún deshollinador?

Este post está dirigido a todos los cenutrios malthusianos, empeñados en ignorar los mecanismos de oferta y demanda de la economía. Para ellos no se puede sustituir gasóleo con leña. Se hace un cálculo, consumo de gasóleo destinado a calefacción y equivalencia en watios. Luego se mira la madera y con sonrisita de suficiencia se nos dice. Se precisan X Hectáreas de bosque frente a las X-Y disponibles. No es viable. Les conminas a cotejar los datos con la realidad. Se recolocan las gafas, con gesto profesional hacen como que repasan los datos y fruncen el ceño: No es significativo, la muestra no es relevante.

Bueno, pues sí lo es. Lo es porque no se trata de un proceso de sustitución en bruto, instantáneo, de pasar la cuenta al otro lado de la =. Se trata de un flujo de mercado basado en la oferta y demanda. Solo una pequeña parte del mercado asume el cambio en un primer momento (la que está más penalizada), pero esa "pequeña parte" es la que marca la tendencia para el conjunto. Introduce nuevos elementos en la ecuación y desbarata el modelo. Introduce por ejemplo el "item" subproducto, elementos de valor cero en el anterior modelo y que repentinamente cobran ahora valor económico. Introduce por ejemplo el "item" desplazamiento de actividad, madera estockada destinada a papel o construcción se recicla para su uso como biomasa. La economía no es una mera agregación de factores en bruto. Es una agregación de factores ponderados y que interactúan constantemente entre sí.

Estoy harto de decirlo. La diferencia entre un modelo malthusiano y la realidad es que el primero parte de una foto fija teórica de imposible traducción al dinamismo del mercado. Y así como el físico carece de datos suficientes para determinar al 100% la situación de una partícula en un momento dado, así al economista le bailan los números para realizar predicciones más allá de un patético 50%.